Hace un año, las primeras imágenes que conocimos de Star Wars: The Force Awakens nos mostraron un personaje tierno: el droide BB-8, una esfera robótica que vendrá a ocupar otro lugar en nuestro corazón, tal como lo hizo R2-D2 en la trilogía original.
Cuando llegó el momento de crear un nuevo droide astromecánico para la séptima película de la saga, el director J.J. Abrams hizo un boceto en una servilleta con un diseño básico pero fundamental: dos círculos (uno encima del otro), con un pequeño punto por ojo.
Ha sido tanto el éxito que ha generado el droide previo al estreno, que uno de los juguetes más populares en torno a la cinta es, precisamente, el BB-8, que puede ser controlado por un smartphone. Esta a la venta aquí.
«El boceto original tenía formas redondas muy agradables, así que imaginé que no iba a ser un personaje muy grave o enojado. En última instancia, BB-8 se desarrolló a partir de un proceso de ida y vuelta, con J.J. donde dando retroalimentación en cada iteración del diseño», explicó el diseñador conceptual de Lucasfilm, Christian Alzmann, en el sitio oficial de Star Wars.
Según su descripción, BB-8 es un droide que pertenece al piloto de la Resistencia, Poe Dameron (Oscar Isaac). De hecho, puede encajar en su nave T-70 X-wing.
El diseño del droide presenta los elementos clásicos de todo lo que aparece en Star Wars: imaginación y funcionalidad. Lo segundo era la siguiente etapa, es decir, llevar la idea plasmada en papeles a la práctica.
Y para ello se conformó un equipo que incluyó al artista de efectos especiales Neal Scanlan. Según él, debieron adecuar el trabajo del droide a su diseño, el cual ya no podían cambiar. Y también se sumó Joshua Lee, diseñador especializado en animatronic.
Lee contó que, debido a la naturaleza del droide, era difícil trabajar en algo que pudiera ser filmado sin problemas. Por ello, creó una marioneta de poliestireno con los principales movimientos, es decir, hacer rodar la esfera más grande y mantener la «cabeza» en su lugar, a cargo de dos titiriteros, Dave Chapman y Brian Herring.
«Tuvimos dos semanas para nosotros solos un estudio de sonido vacío, simplemente para averiguar cómo mover este personaje», contó Chapman. Allí no sólo debieron buscar sus desplazamientos, sino también lograr que se reflejara en pantalla los sentimientos de alegría, tristeza, curiosidad y miedo.
Una semana antes de comenzar el rodaje, el equipo a cargo de Scanlan le mostró el prototipo a Abrams en una «audición» en la que estaba también la Presidenta de Lucasfilm, Kathleen Kennedy. «Abrams miró a Kathleen y dijo ‘qué alivio'», contó Scanlan. Y agregó: «Creo que ese fue el punto en el que se tomó la decisión que podíamos optar por lo práctico, y no ir a lo digital. Creo que hasta ese momento, la única otra opción era ir digital. Él puso su fe y confianza en nosotros y, al parecer, no decepcionamos».
El modelo mostrado al director de la cinta sirvió para fabricar otros BB-8 que fueron ocupados en The Force Awakens para diversas secuencia. Habían unos sólo para primeros planos, otros para movimientos específicos y uno que funcionaba sin titiritero pero con ruedas estabilizadoras.
La prueba final, más allá del rodaje, era mostrar que BB-8 podía funcionar sin titiriteros ni con técnicas de grabación. La idea era que la gente viera que la esfera robótica podía funcionar independientemente, sólo controlado con un control remoto por el supervisor de desarrollo y diseño electrónico, Matthew Denton.
Y el momento llegó en abril en la Convención Star Wars realizada en abril pasado en Anaheim, California. Allí, el droide hizo debut en público frente a un panel integrado por Abrams y Kennedy, y cientos de fanáticos.
«Fue estresante porque todo tipo de cosas podrían haber salido mal en vivo, en el escenario», afirmó Denton. Sin embargo, oyó los rugidos de la multitud: «Fue la mejor sensación que he tenido, creo».
Sólo falta esperar hasta el 17 de diciembre cuando se estrene en Chile Star Wars: The Force Awakens, y veamos las aventuras del droide. Según Chapman, uno de los titiriteros, «el mundo sólo ha visto a BB-8 dos veces (en el tráiler y en Anaheim), eso es muy bueno. Pero en la película hay mucho más que ver. Estoy emocionado por aquellos que verán la cinta».