Tuvieron que pasar 12 meses para que el festival Coachella tuviera en su escenario principal a Beyoncé, la estrella estadounidense que arrasó con todo en su paso por el evento californiano la noche del sábado 14 de abril.
El embarazo de gemelos hizo que Beyoncé se bajara de la edición 2017 de Coachella, reemplazada por Lady Gaga. «Me quedé embarazada, gracias a Dios. Así que tuve tiempo de soñar esto», dijo la cantante al finalizar su sorprendente show de dos horas.
Más de 100 personas sobre el escenario (entre bailarines, músicos, cantantes y bailarines), un setlist de 24 canciones y un repaso de su carrera músical (incluyendo a Destiny’s Child) marcaron el retorno a los escenarios de Beyoncé después de un año y medio, y el primero de los conciertos que realizará este 2018. El resto de los conciertos fijados serán en Europa a partir de junio.
Beyoncé apareció en el escenario principal de Empire Polo Club, Indio, al ritmo de percusiones y bronces mientras caminaba por la pasarela vestida con un traje plateado lleno de incrustaciones brillantes, una capa, un bastón y una especie de sombrero sobre su cabeza que la asimilaba a la reina Nefertiti.
«Crazy in Love» y «Freedom» fueron los primeros temas de la noche, para continuar con un repertorio que circuló por sus grandes éxitos («Formation», «Drunk in Love», «Single Ladies»), versiones de otros artistas e invitados especiales como su esposo Jay-Z («Déjà Vu») y su hermana Solange («Get Me Bodied»), y la reunión con Kelly Rowland y Michelle Williams, la alineación clásica de Destiny’s Child.
La oriunda de Houston también se refirió a su actuación que marcó un hito en el festival: «Gracias por permitirme ser la primera mujer negra en encabezar Coachella».
Las reacciones ante el show de Beyoncé en Coachella (que fue exhibido a través de streaming) fueron positivas. Por ejemplo, DJ Khaled (con quien la estadounidense ha colaborado en un par de ocasiones) se atrevió a cambiar el nombre al festival, pasando a llamarse ahora «Beychella».
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Otra que demostró su admiración por la estadounidense fue Adele, quien subió tres videos a Instagram donde disfrutaba de Coachella. Hay que recordar que la británica le ganó en los Grammy 2017 con su álbum 25.
Pero la prensa especializada también se rindió ante la cantante. Noisey tituló su reseña «No hay nadie en la Tierra como Beyoncé» en la que destacó que lo hecho «posiblemente sea el mejor concierto de Coachella de todos los tiempos».
Esquire comparó la actuación con hitos del evento, como la pirámide de Daft Punk en 2006, el cover de «Creep» de Radiohead por parte de Prince en 2008 y el holograma de Tupac en 2012. «Beyoncé tomó su lugar legítimo entre las mejores actuaciones en la historia de Coachella», definió.
The New York Times tituló «Beyoncé es más grande que Coachella» y describió su show «rico en historia, potentemente político y visualmente grandioso». «Ella es una de las pocas estrellas del pop que trabajan y que no necesita ocuparse de las tendencias predominantes ni del trabajo de sus compañeros. Ella es una institución ahora», agregó el medio.
En tanto, Rolling Stone dijo que fue un espectáculo que «valió la pena esperar». Y luego sentenció: «Generaciones pasadas una vez miraron con cariño Woodstock 1969 como un punto de inflexión crucial en la cultura estadounidense; pero en 2018, nuestro Woodstock es definitivamente el escenario de Beyoncé en Coachella».
Mira la presentación de Beyoncé en Coachella 2018: