Como una notable coincidencia, un año después de estrenar DAMN, su cuarto álbum, el rapero estadounidense Kendrick Lamar fue elegido por los Premios Pulitzer en la categoría musical, siendo el primer artista no clásico/jazz en recibir el galardón desde que se inició el reconocimiento en 1943.
Tuvieron que pasar 75 años para que el premio otorgado por la Universidad de Columbia dejara la música más tradicional y sorprendiera con la elección del rapero, lo que se ha comparado con el reconocimiento a Bob Dylan con el Premio Nobel de Literatura.
«Una colección virtuosa de canciones unificadas por su autenticidad vernácula y dinamismo rítmico que ofrece anécdotas que afectan la complejidad de la vida afroamericana moderna» fue la explicación para elegir el álbum de 55 minutos, que incluye los éxitos «Humble» y «Loyalty».
DAMN es un trabajo marcado por las letras políticas, en especial por tener a Donald Trump en la Casa Blanca. Pero no solo eso, sino que también, como apunta Variety, sus líricas reflejan su educación en la dura área de Compton de Los Ángeles, la experiencia negra en Estados Unidos, la historia del hip-hop y el legado, el estrellato y un sinnúmero de otros temas, todo a través de una actitud notablemente modesta y segura de sí misma.
La Administradora del Premio Pulitzer, Dana Canedy, habló con Billboard sobre la elección del rapero, revelando el debate que condujo a la decisión unánime de darle el premio. «No sé específicamente cuál fue la pieza, pero estaban considerando una que sentían que tenía influencias de hip-hop y dijeron: «Bueno, si estamos considerando una que tenga influencias de hip-hop, ¿por qué no estamos considerando el hip-hop?».
Y agregó: «Alguien dijo: ‘Eso es exactamente lo que deberíamos hacer’. Y luego alguien dijo: ‘Deberíamos considerar a Kendrick Lamar’ y todos dijeron ‘absolutamente’. Entonces, en ese momento, decidieron escuchar el álbum completo y decidieron ‘Éste es'».
Según CNN, «Lamar, tal como Nina Simone, no es pasivo, es la voz de los pobres; está tan indignado como inspirado, enojado sin arrepentimiento pero listo para crear cambio. Es un golpe en las vísceras, un llamado al despertar para las personas que están en comas intelectuales… Él es la banda sonora de la cultura joven de hoy en día y esa es la razón por la que todo el país debe estar escuchando».
En tanto, para Zachary Woolfe, editor de música clásica de The New York Times, «parece haber un amplio acuerdo, al que me uno, sobre la calidad de DAMN. Su complejidad y sensibilidad, su seductora confianza y unidad, su denso tejido de lo personal y lo político, lo religioso y lo sexual».
Además, el propio Woolfe avisa: «También hay cautela, a la que me uno, sobre la apertura del premio, no al hip hop, per se, sino a la música que ha logrado un éxito comercial taquillero. Esta es ahora oficialmente una plataforma menos garantizada para trabajos no comerciales, que se nutren de subvenciones, becas, comisiones y, sí, premios».
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