Durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang 2018, uno de los momentos más llamativos fue la representación de los anillos olímpicos en el cielo a cargo de más de 1.000 drones. Pero, ¿cómo se hizo?
La novedad fue el resultado de un cuidadoso trabajo que involucró al Comité Olímpico Internacional (COI) y la empresa estadounidense Intel, en una iniciativa que partió a mediados de 2017 y que también tendrá realidad virtual y videos en 360 grados en los próximos eventos olímpicos.
Aunque ya se había visto esto en el Super Bowl 2017 con el show de Lady Gaga, lo de Pyeongchang es un hecho histórico por la cantidad: en total, 1.218 drones se unieron para crear el símbolo olímpico.
Todo fue gracias a un sistema llamado Shooting Star, que permite que una legión de drones de plástico y espuma se sincronicen, volando y girando a lo largo de una trayectoria prescrita por un animador, de acuerdo a Wired. Eso sí, la imagen de los anillos fue pregrabada por Intel.
El medio estadounidense afirma que después de que los animadores preparan el espectáculo con el software de diseño en 3D, cada dron individual se asigna para actuar como una especie de píxel aéreo, rellenando la imagen tridimensional contra el cielo nocturno.
La actuación requiere tres empleados para monitorear los drones. Un empleado humano, apodado piloto, presiona un botón en una computadora para lanzar el programa automatizado. Antes del despegue, la computadora decide qué dron juega qué rol, en función de los niveles de batería y la fuerza de GPS de cada miembro de la flota.
Intel probó esta escuadrilla en Finlandia, para asemejar el frío y viento que habrá en Pyeongchang, donde la temperatura puede caer a -11 grados Celsius en la noche. Para ello, ajustaron sus sistemas de almacenamiento para limitar cualquier daño potencial que pudiera causar un congelamiento profundo.
La organización de Pyeongchang 2018 también espera tener un acto reducido de 300 drones en las ceremonias de premiación con medallas.