Primero, una aclaratoria: esta nota está plagada de SPOILERS. Si aún no has visto la quinta temporada de Game of Thrones completa y, de forma admirable, has logrado no enterarte de lo que pasó en los últimos 10 capítulos de la serie, cierra esto ahora.
ÚLTIMA ADVERTENCIA.
Ya lo sabemos. Lo aprendimos de la forma más dolorosa: nadie está a salvo en Game of Thrones y es mejor no encariñarse con ningún personaje (de hecho, cuando empiezas a quererlo seguramente estás augurando su muerte). Ese es uno de los sellos distintivos de la historia creada por George R. R. Martin y llevada a la pantalla por David Benioff y D. B. Weiss.
Sin embargo, a lo largo de cinco temporadas aún no hemos perdido la capacidad de sorpresa. Hay muertes que nos causan tristeza y otras que, seamos francos, nos generan cierta satisfacción, como si a pesar de su carácter ficticio ellas lograran restaurar la justicia en el mundo.
Aquí algunos de los personajes que fallecieron en la quinta temporada de Game of Thrones (y cómo nos hicieron sentir):
Mance Rayder
El Rey-Más-Allá-del-Muro fue condenado a morir en la hoguera por traidor, pero Jon Snow mostró piedad y, antes de que el fuego lo devorara, le clavó una flecha en el corazón. Fue el momento más emotivo del primer capítulo de la temporada. Mance murió con dignidad y Jon Snow demostró su nobleza una vez más.
Janos Flynt
Este ser despreciable y cobarde se negó a seguir las órdenes de Jon Snow, tras su nombramiento como Lord Comandante de la Guardia de la Noche, y selló así su destino. Nadie lo extrañará.
Ser Barristan Selmy
El capítulo 4 termina con una de las secuencias más violentas de la temporada. En Meereen, Daenerys Targaryen no ha logrado controlar una situación que podría terminar en una guerra civil. Los Hijos de la Arpía planean un ataque a los Inmaculados, que termina con Gusano Gris gravemente herido y la muerte del valiente Ser Barristan Selmy.
Maester Aemon
Poco después de haber dado el voto que decidió la elección de Jon Snow como Lord Comandante de la Guardia de la Noche, el Maester Aemon fallece recostado en su cama y acompañado por Sam y Gilly. Este personaje sabio y bondadoso tuvo una muerte pacífica (¿cuántos tienen la ‘suerte’ de morir de viejos en Game of Thrones?), pero con él se fue el equilibro que sostenía a la Guardia de la Noche.
La Salvaje valiente
La batalla entre hombres y caminantes blancos (capítulo 8) fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes momentos de la temporada. Entre los salvajes del Pueblo Libre nos encariñamos rápidamente con una de las mujeres más rudas y valientes que hemos visto en toda la serie. Murió luchando y resucitó convertida en parte del ejército de espectros comandado por los caminantes blancos. Miedo.
Shireen Baratheon
Cuando murió la niña más dulce de la serie, quemada en la hoguera por sus padres como sacrificio al Dios de la Luz (por consejo de Melisandre), pensamos que nada podría ser peor. En serio. Su muerte fue cruel y despiadada. Un argumento poderoso para renegar de cualquier creencia místico religiosa.
Hizdahr zo Loraq
Seamos sinceros: quizás no era malo, pero no lo queríamos ni un poco. La idea de ver a Daenerys casada con Hizdahr zo Loraq era terrible. Sin embargo, su muerte fue su redención: cuando los Hijos de la Arpía lo asesinaron en medio del ataque a Daenerys, quedó claro que él no la había traicionado. Pero, segundos después, la reina escapó en la espalda de su dragón y todos nos olvidamos de Hizdahr zo Loraq.
Selyse y Stannis Baratheon
Consumida por la culpa de haber sacrificado a su propia y única hija, Selyse Baratheon -un personaje incapaz de despertar siquiera una pizca de empatía- se suicidó. A pesar de ello, y del abandono de la mitad de sus hombres, Stannis decide seguir adelante y atacar a los Bolton en Invernalia. Herido gravemente en una batalla que perdió demasiado pronto, es encontrado por Brienne de Tarth, quien (aparentemente) lo mata para vengar a Renly Baratheon.
Meryn Trant
Arya Stark logra eliminar uno de los nombres de su lista. Utiliza lo aprendido en el templo del Dios de Muchos Rostros para acercarse a Meryn Trant y lo asesina violentamente. Aunque este lado de Arya resulta escalofriante, la muerte de Meryn Trant -un personaje cada vez más oscuro- no duele. Nadie derramará ni una lágrima por él. Ni siquiera en la ficción.
Myrcella Baratheon
Pensamos que la misión de Jaime Lannister en Dorne había sido exitosa. Tras un emotivo momento en el que Jaime buscó su redención y Myrcella admitió saber que él es su verdadero padre, descubrimos que Ellaria la había envenenado. Sin embargo, no la vemos morir, por lo que queda abierta la posibilidad de que consigan el antídoto y Myrcella se salve. (¿Quién quiere ver a Cersei más enfurecida?)
Jon Snow
Hay quienes prefieren aferrarse a la esperanza de que la muerte de Jon Snow tenga solución. Que de alguna manera sea revertida. Pero la realidad es que el último capítulo de la temporada terminó con el asesinato de uno de los personajes más amados de Game of Thrones. Jon Snow representaba todo lo bueno y noble. Y muere. Muere traicionado por sus propios compañeros de la Guardia de la Noche. Es horrible.
Queremos llorar por un año entero y, por primera vez, estamos dispuestos incluso a creer un poco en el Dios de la Luz.
El recuento final: 1447 muertes
Digg.com contó todas las muertes ocurridas en pantalla durante la quinta temporada de Game of Thrones. El resultado final fueron 1447 fallecimientos.
Lo más triste de este recuento es que incluye entre los caídos a Sansa Stark y Theon Greyjoy, quienes en el último capítulo saltaron el muro de Invernalia para escapar de la crueldad sin límites de Ramsay Bolton… ¿estarán realmente muertos?