El actor Alex Lawther ha logrado gran popularidad por su reciente aparición en la serie británica The End of the F***ing World interpretando al antisocial pero adorable James. Sin embargo, su talento va mucho más allá de eso y algunos ya lo consideran como uno de los mejores de su generación.
Además de la participación junto a Jessica Barden (Hanna) en la exitosa producción que pudimos ver en Netflix, Lawther fue parte de Black Mirror en el tercer episodio de la tercera temporada, titulado «Shut up and dance», uno de los más recordados por su aterradora trama que nos muestra lo inseguro que puede ser tener cámaras en nuestros aparatos tecnológicos.
Pero más allá de su lado actoral, Alex Lawther es una persona con muchas cualidades notables que lo hacen un tipo genial y eso que sólo tiene 22 años. Si no lo crees, a continuación te mostramos 5 razones que demuestran esta tesis.
1. Conciencia de la humanidad
En una reciente entrevista con NME, al británico le preguntaron cuál es la cosa más aterradora que ha visto en la vida real, a lo que respondió de forma notable y estremecedora: «Creo que las acciones humanas pueden ser bastante aterradoras… trabajo con una compañía llamada Good Chance, que ayuda a los refugiados en Europa, y recientemente pasé un tiempo en un campamento en Calais (Francia). Eso fue aterrador».
Una demostración de conciencia del actor, que además afirmó que los refugiados «son seres humanos realmente bellos», explicando que ésta es una situación confusa ya que aunque «el lugar es horrible, hay tanta humanidad ahí».
2. Interpretó a Benedict Cumberbatch
En el año 2015, la cinta ganadora del premio de la Academia a Mejor Guión Adaptado, The Imitation Game, nos mostró a Benedict Cumberbatch como el matemático, criptoanalista y pionero científico de computación Alan Turing, uno de los hombres detrás de la derrota contra el ejército Nazi y de lo que conocemos actualmente como internet.
Pero también, partes de la película nos mostraban al personaje de Cumberbatch cuando adolescente, momento en conoció a Christopher. Ese joven era nada más y nada menos que Alex Lawther, quien, en una genial interpretación, nos mostró los problemas sociales y morales de Tuning.
3. También le teme a los espías tecnológicos
Tal como lo recordamos en el comienzo de esta nota, Alex fue parte del episodio «Shut up and dance» de la serie Black Mirror, producción que nos ha enseñado el doble filo de la tecnología en nuestros días. Por lo mismo, fue consultado sobre las tácticas que están de moda para evitar posibles espionajes -como tapar las cámaras aparatos electrónicos- y él se definió como tecnofóbico.
«La tecnología realmente ayuda a nuestra vida cotidiana, pero cosas como los servicios de ubicación son bastante espeluznantes. Por ejemplo, enviar un correo electrónico a un amigo sobre la búsqueda de una nueva planta significa que obtendrá anuncios en Gmail sobre plantas todo el tiempo. Se supone que es ‘constantemente útil’, pero es como una herramienta de vigilancia en su bolsillo», expresó el actor asegurando que sonaba como Timothée Chalamet de Lady Bird (otra razón que lo hace genial).
4. Ama a Blur
Graham Coxon (guitarrista de Blur) fue el encargado de la banda sonora de la serie The End of the F***ing World, pero lamentablemente Lawther no pudo conocerlo, aunque para él eso tiene su lado positivo. «Soy un gran fanático de Blur, pero quizás sea mejor así porque dicen que no deberías conocer a tus héroes… quizás le diga algo realmente embarazoso», dijo.
Aún así, al saber que se está preparando una versión en vinilo de las canciones que fueron parte de la producción, decidió pedirle que le enviara una copia, «estoy muy emocionado», aseguró el actor.
5. Quiere una segunda temporada de ‘The End Of The F***ing World’
Al ser consultado sobre una segunda temporada de la exitosa serie británica que llegó a Netflix este año, Lawther expresó: «Oh, eso espero, pero soy la última persona que sabe eso… No estoy seguro de quién es esa persona (a la que se le debe consultar)… Si alguien tiene su número de teléfono, ¡debería llamarlo y decirle que es una buena idea!«.
Además, al igual que la mayoría de los que siguieron la producción, no quiere ver a James muerto. «No creo que James y Allysa lo acepten… no son románticos sin esperanza y la vida no es así. La vida no es una tragedia de Shakespeare, hay más terquedad. Dado el tono de la serie, podría ser interesante si realmente tuvieran que lidiar con las consecuencias de sus acciones», afirmó.