¿Hasta qué edad se puede triunfar en el cine? ¿Cuál es el límite que separa la actividad de la jubilación en el séptimo arte? Esas preguntas parecen no llegar a oídos de figuras que en plena tercera edad se mantienen más vivos que nunca.
Parece ser que aquellos actores que ya superaron los 70 años no tienen intenciones de dejar las cámaras. Es más, la propia industria ha creado espacios para que las «ancianas estrellas» puedan seguir presentes.
Uno de los ejemplos más brillantes del último tiempo tiene que ver con el reconocimiento a la película austríaca «Amour», ganadora del un premio Oscar en 2013 como Mejor Película Extranjera y un Globo de Oro en la misma categoría, sumado a la Palma de Oro en el festival de Cannes el año anterior.
Sus protagonistas, Jean-Louis Trintignant (84 años) y Emmanuelle Riva (87 años), sorprendieron con una actuación memorable en una cinta que retrata la vida de un matrimonio que se enfrenta a una situación delicada de salud, una situación propia de la tercera edad.
Y así como el cine europeo entregó una obra como «Amour», Hollywood también le ha dado la chance a figuras con más de siete décadas para seguir desarrollándose.
Por ejemplo, Clint Eastwood, otrora galán, ahora a sus 84 años está más que nunca dedicado a la dirección. De hecho, en 2014 presentó dos alabadas películas: «Jersey Boys» (sobre cuatro chicos que forman un grupo musical) y «Francotirador» (basada en la historia real de un soldado estadounidense en Irak).
Woody Allen, uno que está llegando a los 80 años, también mantiene esa doble militancia: en 2013 apareció en «Fading Gigolo», al año siguiente dirigió «Magia a la luz de la Luna» y este 2015 prepara el estreno de «Irrational Man», con Joaquin Phoenix y Emma Stone como protagonistas.
Y hablando de este año, para junio (en Latinoamérica) está fijado el estreno de «La dama de oro», protagonizada por Helen Mirren (69 años) como una sobreviviente del Holocausto que inicia un juicio por una pintura requisada por los Nazis.
En un pasado reciente, Shirley MacLaine (80 años) y Christopher Plummer (85 años) protagonizaron en 2014 «Elsa & Fred», una cinta de Michael Redford (otro a punto a de cumplir 70 años) que mostraba cómo una pareja de la tercera edad que descubren al final de sus vidas que nunca es demasiado tarde para amar y hacer que los sueños se hagan realidad.
Se trató de un remake de una película argentina-española del mismo nombre estrenada en 2005, con Manuel Alexandre y China Zorrilla en los papeles principales.
Esto demuestra que en Latinoamérica no es campo nuevo: de hecho, en 2001 el argentino Juan José Campanella (el mismo de «El secreto de sus ojos») dirigió «El hijo de la novia», en la que hablaba sobre la tercera edad e incluso tocaba el tema del Alzheimer.
Galanes en décadas pasadas, ahora como símbolos de la madurez y la experiencia. Quizás el otrora rudo Robert De Niro (71 años) como un inquebrantable suegro en «La familia de mi novia» (2000) puede ser uno de los ejemplos que marcan la nueva escena de Hollywood para sus estrellas.
Un espacio al que también ha entrado Michael Douglas (70 años), aunque con dificultades después del paso en falso que significó «Juntos pero no tanto» en 2014, donde interpretaba a un hombre serio que de golpe se convertía en abuelo, en una producción en la que también participaba Diane Keaton (69 años).
Harrison Ford, sin embargo, es el más trata de escapar de la imagen de anciano, pese a sus 72 años. Para fines de 2015 regresará con su personaje de «Han Solo» en el «Episodio VII» de La Guerra de las Galaxias, aunque sus últimos meses no han sido lo más agradable: en junio de 2014 se fracturó el tobillo y en marzo pasado sufrió un accidente aéreo al aterrizar de emergencia, resultando con diversas fracturas.
Jack Nicholson (77 años) puede ser uno de los actores que ha ido dejando de lado la actuación. De hecho, su última película es de 2010, «¿Cómo saber si…?», aunque en un rol más secundario. Sin embargo, su edad no le quita su seducción, como lo demostró en 2012 cuando saludó a la entonces ganadora del Óscar como Mejor Actriz, Jennifer Lawrence.
Los actores en plena tercera edad parecen no pensar en la jubilación. O, por lo menos, así lo demuestran por ahora. Y si la industria les sigue dando un espacio, quizás estemos ante un género que dará frutos.