El Grupo Volkswagen se encuentra en una delicada situación. Este martes ha anunciado que 11 millones de vehículos diesel en todo el mundo son parte del fraude del software que manipuló sus emisiones.
A través de un comunicado, la empresa alemana salió al paso de la denuncia hecha la semana pasada por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, sigla en inglés), que informaba que VW instaló un dispositivo para hacer trampa en los controles de datos de emisiones contaminantes en los coches.
El «arreglo» consiste en que al momento de la prueba o test, los vehículos no revelaban una medida exacta de sus emisiones contaminantes. «Esto se traduce en coches que cumplen con los estándares de emisiones en el laboratorio o las pruebas, pero durante el funcionamiento normal emiten óxidos de nitrógeno hasta 40 veces sobre el nivel permitido», dijo EPA en el comunicado.
La agencia acusó a la empresa de violar la Ley de Aire Limpio, lo que podría llevar a una multa de 18 mil millones de dólares. Asimismo, se informó que el Departamento de Justicia de Estados Unidos está abriendo una investigación sobre el caso.
«Estamos frente a un caso de flagrante de engaño al consumidor y de daños ambientales. Espero que VW revele, sin titubeos, cómo y en qué medida estas manipulaciones han tenido lugar», dijo Jochen Flasbarth, viceministro de Ambiente de Alemania.
En su denuncia de la semana pasada, la EPA dijo que la manipulación afectó a 482.000 automóviles en los EE.UU., incluyendo los modelos del Jetta, Beetle, Golf y Audi A3 (2009 a 2015), así como el Passat 2014 y 2015. En su declaración de hoy, Volkswagen dijo que el «arreglo» afectó a los vehículos con motores EA189, y que está tomando «medidas técnicas» no especificadas para resolverlo.
El fabricante alemán declaró también que serán destinados 6500 millones de euros para cubrir los costos asociados con el tema. El lunes 21, las acciones de la firma cayeron un 20% en la Bolsa.