Lo más seguro es que quieres atornillar una muralla, deberías taladrear y luego introducir un tarugo de plástico para fijar el tornillo. O que te parezca lo más normal la sincronización entre el flash y la cámara de fotos.
Todo eso se debe a Artur Fischer, inventor alemán que falleció a los 96 años de edad este miércoles 27 y que es considerado el más exitoso de todos los tiempos en Alemania. No por nada se le concedieron más de 1.100 patentes, superando a Thomas Alva Edison, quien tenía 1093 patentes.
Su mayor éxito fueron los tarugos de plástico que inventó a fines de la década del ’50 con su empresa Fisher y que revolucionó la industria de la construcción. El llamado «S Plug», por (Split-) Wallplug, fue construido con materiales de plástico, principalmente con poliamida.
Pero Fischer también es conocido por crear los juguetes Fischertechnik, un kit de herramientas y construcción que quiso darle pelea a Lego y que fue muy popular en Alemania durante la segunda mitad del siglo XX.
El alemán también inventó el flash sincronizado, fijaciones para fracturas de huesos y, su última creación, juguetes para niños biodegradables y comestibles hechos con almidón de papas y maicena.
Entre sus más de 1.100 patentes también están portabotellas, porta CD, guanteras para autos y respiraderos de aire acondicionado.
En 2014 fue galardonado por la Oficina Europea de Patentes que le dio el Premio al Inventor Europeo en la categoría «reconocimiento a una vida».