El 5 de septiembre de 1936, el fotógrafo húngaro Robert Capa estaba en un trinchera en pleno asalto a los republicanos durante el comienzo de la Guerra Civil española. Desde allí, capturó una de las imágenes más famosas de la historia titulada «Muerte de un miliciano».
La fotografía es una de las más icónicas del conflicto armado y muestra a Federico Borrell García cayendo con su rifle en el Cerro Muriano, en la provincia de Córdoba, al sur de España.
«Yo estaba allí en la trinchera con una veintena de milicianos … había puesto mi cámara por encima de mi cabeza e hice clic sin mirar. Y eso fue todo… Esa cámara que mantuve por encima de mi cabeza acababa de capturar a un hombre en el momento en que le dispararon. Esa fue probablemente la mejor imagen que yo haya tomado. Nunca vi la imagen en el cuadro debido a que la cámara estaba muy por encima de la cabeza», contó Capa en 1947 en una entrevista.
La fotografía de Capa fue publicada el 23 de septiembre de 1936 en la revista francesa Vu, pero fue su aparición en la publicación estadounidense LIFE, en julio de 1937, lo que la llevó a su popularidad.
¿Un montaje?
Por muchos años, la imagen de Capa se propagó como la caída de un miliciano luego de recibir un certero disparo en la cabeza. Sin embargo, varios han sido los cuestionamientos a su veracidad.
Una de las investigaciones alude a los montajes fotográficos que se realizaron en la misma Guerra Civil española, debido a las dificultades de los profesionales para trabajar.
Otro que pone en duda la veracidad es José Manuel Susperregui, quien en su libro Sombras de la Fotografía concluyó que la fotografía no fue tomada en Cerro Muriano, sino que en la localidad de Espejo, a 50 kilómetros de allí. Por ello, afirmó que toda la secuencia fue montada.
Real o no, se cumplen 80 años de una las fotografías más importantes del fotoperiodismo a cargo de Capa, reconocido por su trabajo en diversos conflictos armados, como la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Indochina.