¿Recuerdas esos tiempos en el colegio cuando te pedían leer un libro largo y tedioso? ¿Sería mejor que una máquina lo hiciera por ti? Bueno, ingenieros estadounidense parecen haber encontrado la solución para ojear libros sin abrirlos.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están diseñando un sistema de lectura de libros cerrados. Hicieron pruebas con una pila de papeles, cada uno con una letra impresa en ella. La máquina fue capaz de identificar correctamente los caracteres que estaban en las nueve hojas.
Los investigadores del MIT desarrollaron algoritmos para adquirir imágenes de hojas individuales en pilas de papel, y otros investigadores asociados desarrollaron otro algoritmo que interpreta esas imágenes.
El sistema utiliza la radiación de terahertz, la banda de ondas electromagnéticas entre las microondas y la luz infrarroja, que tiene varias ventajas sobre otros tipos de radiaciones que pueden penetrar superficies, como los rayos X o las ondas de sonido.
En este caso, la radiación de terahertz puede distinguir entre la tinta y el papel en blanco, a diferencia de los rayos X.
¿Cómo lo hace? Según el MIT, entre las páginas de un libro quedan atrapadas diminutas bolsas de aire de unos 20 micrómetros de profundidad. La diferencia en el índice de refracción -el grado al que se dobla la luz- entre el aire y el papel significa que el límite entre los dos reflejará una radiación de terahertz a un detector.
Por ahora, el algoritmo puede deducir correctamente la distancia desde la máquina hasta las primeras 20 páginas. Eso sí, más allá de las nueve páginas, la señal reflejada es baja.
Esto es un comienzo, pero según Barmak Heshmat, científico del MIT y autor del trabajo, ya hay solicitudes. «El Museo Metropolitano de Nueva York mostró mucho interés en esto, porque quieren, por ejemplo, ver algunos libros antiguos que no quieren ni tocar», dijo.