ALERTA: LO SIGUIENTE CONTIENE SPOILERS DE LA SERIE.
Con algunos minutos al final de la sexta temporada y en todo su esplendor en el primer episodio del séptimo ciclo, la escena de Negan frente a los sobrevivientes marcó un antes y un después en la trama de The Walking Dead.
Glenn y Abraham fueron las víctimas de Lucille, el sanguinario bate del líder de los Salvadores. Todo frente al resto del sobrevivientes con Rick llevándose la mayor parte de la angustia.
La incertidumbre marcó el capítulo dirigido por el productor y jefe de maquillaje Greg Nicotero, que también dirigió el último de la sexta temporada. «Fueron las dos semanas más difíciles de mi vida. Tomas a estos actores y los llevas a lo más profundo, a lo más oscuro, los enfrentas con lo que más temen y es horrible», expresó a ComicBook.
Y agregó: «Lo haces una y otra vez por nueve días, y cuando terminas sientes como que si has presenciado los momentos más emocionales que han podido pasar. Y luego les pido hacerlo una y otra vez, y luego otra vez para cambiar el ángulo».
A tanto llegó el punto de tratar de mantener el secreto sobre quién o quiénes serían las víctimas, que el equipo filmó 11 escenas con los 11 personajes que estaban frente a Negan, según informó The Hollywood Reporter.
La brutalidad de la muerte de Glenn y Abraham tuvo varios aspectos técnicos que reveló Nicotero a Entertainment Weekly: «Lo más importante fue el bate que tenía una reserva de sangre y cómo fuimos capaces de que los golpes se vieran explosivos en lugar de sólo goteo de sangre», contó el director y productor.
Además, Nicotero reveló cómo lograron la escena con la muerte de Glenn. «Construimos varias versiones de la prótesis con el ojo afuera y luego él está en el suelo y se machaca su cabeza. En realidad, hicimos un hoyo y pusimos la cara de Steven (Yeun) hacia abajo en el suelo. Cubrimos la parte posterior de la cabeza con algo así como un cuello de tortuga triturado y por ello puedes ver que realmente mueves las manos», contó.
Uno de los actores que habló sobre esta escena fue Jeffrey Dean Morgan, que interpreta a Negan. «Fue un poco tenso. Para mí, todo sucedió muy rápido. Creo que tuve el guión dos días antes del rodaje, y sólo me dieron esa pieza: sólo tuve cosas de Negan, así que ni siquiera conseguí el guión completo», contó a Variety.
«Para mí, se trató de aprender un monólogo… Fue muy emotivo para todo el elenco y un par de ellos no hizo contacto visual conmigo hasta el final de la segunda noche y un par de ellos, en la misma nota, me abrazaron de inmediato y me enviaron mensajes de texto después de filmar durante toda la noche», agregó.
Otro que habló sobre ese rodaje fue Ross Marquand, que interpreta a Aaron. En conversación con ComicBook, expresó que «la palabra ‘divertida’ no se me viene a la mente al hablar de la filmación, porque no lo fue».
«Fue un trabajo muy duro desde el punto de vista emocional y físico también. Estuve durante 12 ó 14 horas al día y fue un trabajo muy difícil», agregó.
Además, Marquand reconoció que ese rodaje marcó su carrera. «Varias veces en esta serie he dicho ‘Dios mío, este ha sido el ejercicio de actuación más increíble que he tenido’, pero este, específicamente el final de la temporada pasada y el estreno de ésta, me revitalizaron a mí como actor», confesó.
«Pensé qué alegría es tratar de poder compartir este momento o estos momentos con estos actores y equipo increíbles. Creo que estamos creando historia de la televisión con este episodio», sentenció el actor estadounidense.
Fotos: Gene Page/AMC