Durante el segundo semestre de 2016, una película llamó la atención en su paso por diversos festivales de cine del mundo: La La Land, una comedia musical dirigida por Damien Chazelle y protagonizada por Ryan Gosling y Emma Stone.
Se trata del nuevo trabajo de Chazelle tras dirigir Whiplash, la elogiada cinta sobre un estudiante de jazz y su estricto profesor que se llevó tres premios Oscar en 2015. Ahora vuelve a la carga con otro proyecto musical, aunque esta vez trayendo de vuelta un género clásico.
La La Land se traslada al corazón de Los Ángeles para mostrar la historia de amor entre Sebastián Wilder (Gosling), un pianista de jazz que toca en algunos bares de dudosa calidad, y Mia Dolan (Stone), una aspirante a actriz que se gana su vida como camarera.
Ambos vivirán un romance mientras buscan alcanzar sus respectivos sueños artísticos en la agitada ciudad estadounidense.
Esta es la tercera cinta en la que Gosling y Stone son pareja: antes fue en Crazy, Stupid, Love (2011) y Gangster Squad (2013).
Chazelle escribió esta cinta en 2010 durante un período en su vida en el que pensaba que no lograría éxito en la industria cinematográfica.
Mientras estudiaba cine en el Departamento de Estudios Visuales y Ambientales de la Universidad de Harvard, el estadounidense junto a su compañero Justin Hurwitz realizaron su tesis que relataba la historia de un musical de bajo presupuesto sobre un músico de jazz de Boston.
Años después, Chazelle y Hurwitz (creador de la música de La La Land) volvieron a la idea pero cambiaron la locación, de Boston a Los Ángeles. Y no fue un giro casual: el cineasta quiso explorar la ciudad con sus cualidades y elementos que la hacen distintiva, como el tráfico, su extensión y el cielo.
«Mi idea fue tomar el viejo género musical pero fundarlo en la vida real donde las cosas no siempre funcionan exactamente. Hay algo muy poético en la ciudad, creo. Fue construida por gente con sueños poco realistas y que hacía todo para lograrlos», explicó Chazelle.
Chazelle y Hurwitz tuvieron que luchar contra su desconocida trayectoria para lograr que los estudios tomaran en cuenta el proyecto. Como se trataba de un musical contemporáneo, no habían canciones «conocidas» y estaba la duda en torno a la popularidad del género en el nuevo siglo.
Consiguieron el apoyo financiero de productores, pero con la condición de cambiar varios puntos del guión, lo que llevó a Chazelle a dejar de lado su proyecto y enfocarse en Whiplash. Los elogios a esta cinta y su éxito de taquilla pusieron los ojos en el director, quien nunca dejó de proponer La La Land a distribuidores.
Summit Entertainment y Black Label Media acordaron invertir en la película y distribuirla, junto con el productor Marc Platt. A tal punto llegaron las buenas noticias, que en un principio los actores principales serían Miles Teller (protagonista de Whiplash) y Emma Watson, pero ambos abandonaron el proyecto. De hecho, la británica lo tuvo que hacer para sumarse a la nueva versión de La Bella y la Bestia.
El rodaje se realizó en 42 días (entre agosto y septiembre de 2015) y se centró en más de 60 locaciones de Los Ángeles. Chazelle pasó casi un año editando la cinta hasta presentarla oficialmente en el Festival de Venecia de este año, donde Stone logró conseguir el Premio a Mejor Actriz.
La secuencia inicial fue la primera en ser rodada, ocupando como locación una carretera de Los Ángeles (incluido el tráfico), con la participación de más de 100 bailarines. El director quería demostrar lo grande que es la ciudad y también hacer un homenaje a la escena del camino de ladrillo amarillo que conduce a la Ciudad Esmeralda en El Mago de Oz (1939).
Chazelle también eligió el Angels Flight, funicular que permanece cerrado desde 2013 por un accidente, pero el cineasta logró un permiso de un día para filmar una escena de Mia y Sebastián.
Tras su exhibición en Venecia, la crítica ha sido positiva en torno a La La Land. Variety señaló: «La película comienza con una de las secuencias más extraordinarias en años… la cinta es un paseo de euforia, ardiente y llena de sentimiento, pasión, así como también exquisitamente controlada«.
Por su parte, The Telegraph elogió a Gosling y Stone: «Son dos de las estrellas más dulces naturales de la actualidad, pero juntos son como Coca-Cola Light y Mentos. Su química en realidad se siente química… La La Land quiere recordarnos lo hermoso que pueden ser los sueños medios olvidados de esos viejos tiempos».
Fotos: Summit Entertainment