Los investigadores han establecido que cualquier otro planeta que puede albergar vida debe ser pequeño y a una distancia adecuada de una estrella brillante, lo que facilitaría la presencia de agua.
Precisamente, este miércoles 22 de febrero, la NASA anunció uno de los mayores descubrimientos de la historia: la agencia espacial encontró siete planetas potencialmente terrestres orbitando una estrella a 40 años luz de distancia de nosotros.
El descubrimiento es trascendental porque según Michaël Gillon, el líder de la investigación, «es la primera vez que tantos planetas de este tipo se encuentran alrededor de una misma estrella».
La investigación comenzó en enero de 2016 y se usaron el telescopio espacial Spitzer de la NASA y observatorios de Chile, Sudáfrica, Marruecos, Estados Unids y Canarias.
«Los siete planetas podrían tener agua líquida y quizás vida en la superficie», agregó Gillon, aunque también especificó que tres de ellos están en una posición «habitable» que permitirían una composición rica en agua. El resto dependerá de su atmósfera. Los planetas fueron bautizados, por ahora, como «b», «c», «d», «e», «f», «g» y «h».
La estrella fue bautizada como Trappist-1 y es parte de la constelación Acuario. En comparación con nuestro sol, su tamaño equivale a una décima parte de la masa y a una milésima en el brillo. Sin embargo, su masa pequeña permite a sus planetas orbitarla desde muy de cerca.
El futuro se ve auspicioso: en 2018 se lanzará el telescopio espacial James Webb que tendrá la capacidad de medir la composición química de las atmósferas de estos exoplanetas, que tienen un tamaño similar a la Tierra. Si contienen gases reveladores, como el ozono, el oxígeno o el metano, es casi seguro que podría existir vida allí.
La NASA realizó una ilustración de cómo se vería el quinto planeta de este nuevo sistema solar, es decir, el exoplaneta «f». También publicó un video con un resumen de la investigación.