Los sonidos que Jean-Michel Jarre ha logrado crear con sus máquinas marcan el ritmo de una vida musical que no tiene un cierre, o al menos no todavía. Porque cuando el músico francés aparece sobre el escenario, esas melodías del futuro – que supo vaticinar en los años setenta – nos demuestran que, al parecer, nos hemos quedado en el pasado. Con Jarre, la modernidad viene de lo clásico.
Con casi media hora de atraso, Jarre sale al escenario con lentes oscuros. Se para al medio, entre teclados y sintetizadores, mientras se abren las pantallas móviles que tiene al frente, que dan la impresión de estar viendo un concierto en 3D. Así es como él mismo lo ha planeado: parte importante de su trabajo es la experiencia visual.
Luego de Automatic – que nace de su colaboración con el músico Vincent Clark – el francés toma el micrófono, se da el tiempo de saludar al público y da la bienvenida a su show de la mejor manera: con Oxygène 2. En el escenario estuvo acompañado de los músicos Claude Samard-Polikar y Stephane Gervais, ambos a cargo de percusión y de sintetizadores que alimentaban con precisión a las máquinas de Jarre.
Además del sonido impecable y de las visuales, Jarre va contando su historia. El músico habla de Edward Snowden, con quien colabora en el tema Exit, diciendo que «necesitamos más gente como él, porque necesitamos saber la verdad»; y da la bienvenida al público a su «cocina», haciendo referencia a Oxygène, disco que grabó en un improvisado estudio en la cocina de su casa, en 1976.
Luego del obligado paso por su clásico Oxygène 4, vuelve a la carga con Oxygène 8, esta vez con una cámara sobre sus lentes, que permiten que el público vea a través de las pantallas todo lo que el músico hace en sus teclados y máquinas. Un pequeño regalo que le entrega Jarre a sus fanáticos, que lo agradecen.
Uno de los momentos más esperados viene con Time Machine, con Jarre tocando su famosa arpa de láser sobre el escenario, un espectáculo preciso que el músico realiza sin problemas.
Quizás lo único que se puede criticar del concierto, es el público. Como ya es costumbre, muchos estaba pendientes de grabar con sus teléfonos que del espectáculo. Y esto es algo que el músico hizo notar, al estar durante todo el concierto alentando a la gente a que se pusiera de pie. Incluso antes de Brick England – canción que realizó con el dúo inglés Pet Shop Boys – Jarre pidió explícitamente al público que guardara sus teléfonos, “para que puedan aplaudir”.
La espera para Jean-Michel Jarre fue larga. En junio del año pasado se anunciaba la primera visita del músico francés a Chile, que sería el 14 de noviembre. Eso no ocurrió: el músico anunció la cancelación de su gira por Latinoamérica días antes de que comenzara. Finalmente y para consuelo de sus fanáticos el concierto se reagendó para la noche del martes 27 marzo. Si la espera ya era de años, este cambio de fechas hizo que la ansiedad creciera. A eso, sumarle lo que tardó Jarre en salir al escenario, casi como si estuviera haciéndose esperar. Pero esta espera fue una que, definitivamente, valió la pena.
Setlist:
1. Opening
2. Automatic
3. Oxygène 2
4. Webspinner
5. Exit
6. Equinoxe 7
7. Conquistador
8. Oxygène 8
9. Zero Gravity
10. Zoolookologie
11. Oxygène 4
12. Architect
13. Equinoxe 4
14. Glory
15. Time machine
16. Oxygène 19
17. Circus
18. Oxygène 17
19. Brick England
20. Herbalizer/Stardust
Encore:
21. Chronology 4
22. Rendez-vous 4
Fotógrafo: Javier Valenzuela