Los Mundiales de fútbol son todo un evento. El planeta se paraliza y, aunque te guste o no, siempre verás algún partido o te sorprenderás con alguna que otra cosa.
Grandes goles se han visto en las Copas del Mundo, pero también varias vergüenzas, desde cosas que pasan adentro de la cancha como otras que pasan después de los 90 minutos.
Por ello, a continuación revisamos los 10 bochornos más grandes de la historia de los Mundiales:
1. Maracanazo
Brasil, en su casa, llegó a la final del Mundial de 1950 para enfrentarse a Uruguay en el Estadio Maracaná. Allí, las 200 mil personas que estaban presentes quedaron atónitas cuando, a 10 minutos del final del partido, el uruguayo Alcides Ghiggia anotó el gol del triunfo y celebró frente al público brasileño.
2. El 7 a 1
También en Brasil, pero más de medio siglo después del Maracanazo. El Mundial 2014 será recordado por este partido, entre los anfitriones y Alemania, por el paso a la final, donde los europeos a los 30 minutos ganaba 5 a 0 en el Estadio Mineirão de Belo Horizonte. Todo terminó 7 a 1, la peor derrota recibida por Brasil en una Copa del Mundo.
3. Adiós, Alemania
Luego del histórico partido frente a Brasil y tras salir Campeón en 2014, Alemania llegó a Rusia 2018 como el equipo favorito, más aún teniendo el primer lugar del ranking FIFA. En la fase de grupos, todo se veía tranquilo y con chances de avanzar a segunda ronda y revalidar el título. Sin embargo, en el primer partido fue derrotado por México, luego le ganó a Suecia y perdió 2 a 0 frente a Corea del Sur, quedando en el último puesto del grupo. Alemania jamás había queda en primera fase.
4. Lucien Bouchardeau
Chile volvía a los Mundiales después de 16 años. Y en su debut, se enfrentó a Italia, subcampeón de Estados Unidos 1994, con Roberto Baggio, Christian Vieri y Paolo Maldini como titulares. Pero la selección chilena pudo dar vuelta el partido y hasta los 84 minutos derrotaba al equipo europeo. Sin embargo, el árbitro de Níger, Lucien Bouchardeau, cobró un penal cuando faltaban cinco minutos. Una década después, pidió disculpas por haber sancionado la falta.
5. La mano de Dios
El morbo que tenía el partido entre Argentina e Inglaterra en México 1986 tuvo dos condimentos especiales: uno, el gol extraordinario de Maradona; y otro, una deshonra del propio Maradona. Fue el día que el argentino ocupó su mano para hacer trampa y llevar a su equipo a la final.
6. Otra vez, Maradona
Luego de perder la final en Italia 1990, Maradona lideró a su equipo por tercera vez, ahora en Estados Unidos 1994. Sin embargo, el 10 dijo adiós para siempre a la selección en tierra estadounidense. Tras jugar contra Nigeria, Maradona fue al control antidopaje y salió positivo por usar sustancia estimulantes prohibidas por la FIFA.
7. Zidane
La final de Alemania 2006 tuvo a Francia e Italia disputando un entretenido partido. Luego de empatar a 1 en 90 minutos, siguió la prórroga. Cuando quedaban 2 minutos para el fin, Zinedine Zidane golpeó con su cabeza al italiano Marco Materazzi, siendo expulsado por el árbitro. Y justo el francés había dicho que ese sería su último partido de fútbol.
8. La mordida de Luis Suárez
Uno de los grandes bochornos del fútbol se vio en Brasil 2014, en el partido entre Uruguay e Italia. En un partido tenso, el uruguayo Luis Suárez mordió a Giorgio Chiellini en el hombro, lo que no fue captado por el árbitro. Eso sí, tras el partido, la FIFA sancionó al delantero con el abandono de la concentración, nueve partidos internacionales y cuatro meses sin participar en alguna actividad deportiva.
9. El gol de Inglaterra que no fue
En el mítico estadio Wembley, la final de Inglaterra 1966 vivió uno de los momentos más polémicos. Los anfitriones se enfrentaron a Alemania Federal, terminando en los 90 minutos empatados a 2. En la prórroga, el inglés Geoff Hurst disparó al arco y la pelota pegó en el travesaño y luego en la línea. No quedó claro si entró o no, pero el árbitro y el juez de línea dieron el gol.
10. Graham Poll
Otro árbitro que dio vergüenza. El árbitro inglés Geoff Hurst fue el encargado de dirigir el partido entre Croacia y Australia en Alemania 2006. Tras una jugada, el réferi le mostró una tarjeta amarilla al croata Josip Šimunić y luego volvió a hacer una falta. El árbitro le mostró la segunda amarilla, pero no lo expulsó y Šimunić siguió jugando. En los ’90, tras una discusión, Hurst volvió a mostrarle tarjeta amarilla pero esta vez sí lo expulsó.