El salto de Thalía para convertirse en una figura de la cultura pop latina no fue solo por su música. Los dramones mexicanos ocupan un lugar importante en su carrera y en la memoria de sus fanáticos. Producciones televisivas que la mantuvieron en lo más alto de la fama durante los años 90.
Una época intensa de la que está agradecida pero también harta, por lo que es casi imposible que vuelva. «Creo que quedé traumatizada por todas las horas que tenía que trabajar cuando estaba en telenovelas», afirmó a Variety Latino. Por lo mismo, ahora sólo queda el recuerdo de esas trágicas historias que debían sortear sus personajes.
A continuación haremos un repaso por las principales producciones que estelarizó Thalía durante la década de los 90. Telenovelas que siempre fueron parte de Canal de Las Estrellas, propiedad de Televisa. Acá un viaje desde sus comienzos con roles secundarios, hasta el éxito de la Trilogía de las Marías y el ocaso de Rosalinda.
El camino al éxito
Era 1986 y Thalía tomaba importancia en la escena mexicana. Consolidaba su figura de estrella infantil y el ingreso a la banda Timbiriche era una señal de su paso a la adolescencia. Ese mismo año fue invitada a participar de su primera telenovela Pobre Señorita Limantour con un pequeño rol: Dina. Una historia llena de romances y tragedias que daba inicio a su carrera como actriz de televisión.
Tras esto vino su primer golpe, Quinceañera. Este sí que fue un dramón que incluía un suicidio, cárcel y violencia… tomando en cuenta el inocente nombre. El éxito fue evidente y Thalía ya era una figura digna de un protagónico. De esta forma, en 1989, llegó su debut como máxima figura de una Telenovela: Luz y Sombra. Un relato de superación y sufrimiento, una tónica que sería un presagio de lo que vendría.
La ‘Trilogía de las Marías’
María Mercedes, Marimar y María la del Barrio. Estos fueron los títulos más notables de la carrera de Thalía, y sin duda los que la dejaron sin muchas ganas de continuar en televisión por la exigencia de grabar por largas jornadas. Tres producciones que estuvieron al aire entre 1992 y 1996. Si bien eran diferentes historias, tenían varios puntos en común: padres ausentes, amores imposibles y villanas sin corazón.
Siempre bajo el alero del Canal de Las Estrellas, estas telenovelas tuvieron un éxito abrumador y Thalía lo era todo. Protagonista, creadora del concepto e interprete de los temas principales. Una trilogía que pasó a la historia no sólo por su figura estelar, sino que también por personajes como Soraya Montenegro (Itatí Cantoral) y Alicia Montalbán (Yuliana Peniche), con su clásica escena de la «maldita lisiada«.
El ocaso de ‘Rosalinda’
Todo tiene un final y esta época dorada de Thalía terminó en 1999 con Rosalinda. El camino hasta ahí había sido espléndido, pero en esta última incursión la audiencia no dijo lo mismo. Tras pasar unos años fuera de pantalla, su regreso era lo más esperado por los mexicanos. Pero nada fue como creían y la trama débil, malas actuaciones y el precedente de la Trilogía de las Marías hundieron a esta telenovela hasta el punto que acortaron su duración.
La sorpresa vino después, ya que en el resto del mundo Rosalinda si fue un éxito. Logró una gran sintonía en Europa y Asía, quedando en la memoria como una historia de culto.
De hecho la propia Thalía rememora con nostalgia hasta nuestros días esa telenovela que marcó su última incursión en el género de drama televisivo. El cierra de una época que difícilmente volverá.