Vivió rápido y murió joven. Es reconocido como uno de los grandes artistas plásticos de finales del siglo XX, pero menos célebre es la estrecha relación que Jean-Michel Basquiat (1960-1988) mantuvo con la música a lo largo de su vida y cómo esta se relacionaba con sus obras.
Tras una adolescencia difícil, que incluyó una etapa en la que vivió en la calle, en 1979 Basquiat se instaló en un departamento abandonado con Alexis Adler, su pareja en aquel momento. Tenían pocas pertenencias pero las prioridades claras. «La música siempre estaba sonando», recuerda ella. ¿Un favorito de aquel entonces? El disco Low de David Bowie.
Ese mismo año Basquiat fundó Test Pattern, una banda de art noise que luego cambiaría su nombre a Gray. Estuvo detrás de los sintetizadores y el clarinete. Lo suyo era la experimentación.
La música de Gray apareció en la película «Downtown 81» de Edo Bertoglio, protagonizada por el propio Basquiat. Se rodó entre 1980 y 1981, pero su estreno tardó casi dos décadas en concretarse, por lo que él nunca llegó a ver el resultado final.
En esa época Basquiat también fue DJ en importantes locales neoyorquinos como The Mudd Club de TriBeCa.
Cuenta la leyenda que su primera pintura la compró Debbie Harry (vocalista de Blondie) en 1981. Pagó 200 dólares por “Cadillac Moon”. Poco después la carrera de Basquiat despegó (así como los precios de sus obras). Ese mismo año hizo una aparición en el video de «Rapture» de Blondie, donde interpretó al DJ del club nocturno (rol que originalmente desempeñaría Grandmaster Flash).
Llegamos a 1982 y la carrera de Basquiat va en ascenso. Empieza una relación con una joven cantante que, en sus palabras, «será enorme»: Madonna. Viven unos meses juntos en Los Ángeles. «Recuerdo despertar en medio de la noche y él no yacía en la cama, al lado mío. Estaba despierto, pintando a las cuatro de la mañana, muy cerca del lienzo, en un profundo trance. Eso me sorprendió: él trabajaba cuando sentía verdadera inspiración», narró ella años más tarde.
En 1983 Basquiat produjo el single «Beat Bop» de Rammellzee y K-Rob. Además hizo el arte de la portada. Solo se sacaron 500 copias y pocas de ellas han sobrevivido, por lo que se convirtieron en piezas de colección muy cotizadas.
Hizo una segunda (y última) portada en 1984 para el disco debut de una banda de punk llamada The Offs. Pero no solo eso: a través de su amigo Andy Warhol, Basquiat ayudó al grupo a conseguir un acuerdo con el sello CD PRESENTS.
Sus obras incluyeron diversas referencias y homenajes a sus héroes musicales del mundo del jazz. En una pintura de 1986, por ejemplo, aparecen los trompetistas Bix Beiderbecke, Bunk Johnson y Howard McGhee, y un rostro inspirado en Louis Armstrong disfrazado como el rey Zulú.
Al inolvidable Charlie Parker le rindió homenaje en obras como “Charles the First”, “CPRKR” y “Bird on Money”. Esta última fue elegida por The Strokes para la portada de su más reciente disco, The New Abnormal (2020).
Se dice que al momento de su muerte por una sobredosis de heroína el 12 de agosto de 1988, cuando tenía solo 27 años, la colección de Basquiat estaba compuesta por más de 3000 discos.
David Bowie, admirador de su obra, aseguró en una entrevista con The New York Times: “Su trabajo se conecta con el rock de una forma en la que muy pocos artistas visuales lo logran. Parecía digerir el frenético flujo de imágenes y experiencias pasajeras, someterlas a una especie de reorganización interna y vestir el lienzo con esta red de azar resultante».