La Academia Sueca, que otorga el Premio Nobel de Literatura, decidió cancelar la entrega de este año tras las intensas peleas internas y los escándalos de abuso sexual que apuntan al esposo de una de sus integrantes. La idea es que, tras superar los problemas, el año 2019 existan dos ganadores.
Una larga historia que provocó la octava suspensión del galardón, pero la primera por conflictos propios de la institución. Crisis que afecta a la Fundación Nobel en general, ya que a pesar de que no tiene directa relación con los otros premios, el nombre sufre una fuerte pérdida de credibilidad.
“La crisis en la Academia Sueca ha afectado negativamente al Premio Nobel. La decisión subraya la seriedad de la situación y contribuirá a salvaguardar la reputación a largo plazo”, dijo sobre la suspención en un comunicado Carl-Henrik Heldin, presidente de la Fundación Nobel.
La Academia Sueca pasa por el peor momento en sus más de 100 años de historia y pone en una encrucijada a sus dieciocho miembros. Una cadena de hechos que incluyen escándalos de abuso sexual, críticas a las obsoletas reglas que rigen a la institución y falta de ética de los integrantes del selecto grupo. A continuación repasaremos este caso en detalle.
Jean-Claude Arnault: el Weinstein sueco
En noviembre del año pasado, en medio de las primeras denuncias y el estallido del caso Weinstein en Hollywood, la periodista sueca Matilda Gustavsson publicó un artículo en el que entregó testimonios y denuncias contra una importante figura de la cultura de ese país, acusándolo de cometer las mismas aberraciones que el productor estadounidense.
De hecho, el reportaje llama «el Weinstein sueco» al protagonista: el fotógrafo francés Jean-Claude Arnault. Fundador de la fundación Forum, lugar de reunión de los principales intelectuales y figuras de la cultura de Suecia, este sujeto es además esposo de la poetisa Katarina Frostenson, hasta hace poco miembro de la Academia Sueca. (Ambos están distanciados desde que el escándalo estalló).
Dieciocho mujeres fueron las que lo acusaron a través de la publicación, asegurando que utilizó su posición en el mundo del arte para convencerlas de tener relaciones sexuales. Pero esto no quedó ahí, ya que con el tiempo se dieron a conocer más antecedentes de hechos ocurridos en diversas propiedades de la Academia en Estocolmo y París, y hasta la heredera al trono sueco fue víctima de tocaciones indebidas por parte del hombre catalogado como el miembro diecinueve de la institución.
Otra de las personas que se sumó a las acusaciones fue la ex Secretaria Permanente del ente, Sara Danius, quien relató que Arnault era cercano a varios de los integrantes del comité y que a pesar de eso había acosado a las esposas e hijas de algunos de ellos. Estas declaraciones hicieron que fuera cuestionada por componentes de la Academia, lo que desencadenó su expulsión, dejando el puesto al que llegó en 2015, cuando se convirtió en la primera mujer en la historia en alcanzarlo.
Esto último, ocurrido hace un mes, provocó que varios de los dieciocho miembros de la Academia dimitieran, sumándose a los que ya lo habían hecho en forma de protesta por la permanencia de Katarina Frostenson en el comité. Días después la recién mencionada dio un paso al costado, pero se develó un problema en las reglas internas que deja, hasta el momento, todo sin solución.
La imposible solución de la Academia
La Primera y Segunda Guerra Mundial fueron dos de las principales razones que en otras oportunidades llevaron a cancelar la entrega del Nobel de Literatura, sumando además la versión de 1935 en que la postulación se declaró desierta. Pero nunca había ocurrido el caso de que los miembros decidieran dar un paso al costado en señal de protesta, algo que en la formación de la Academia era impensado y en el reglamento no existen opciones.
Los dieciocho integrantes del comité que elige el Premio Nobel de Literatura tienen un cargo vitalicio, es decir sólo al fallecer se debe elegir a otro miembro, por lo que no basta con renunciar para que las cosas cambien. Tras esto, ocurrió una intervención histórica del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, quien dejó su papel ceremonial y el 2 de mayo cambió las reglas para permitir el reemplazo de los miembros que dimiten.
Pero ahora el problema es otro, ya que tras las dos últimas renuncias ahora hay solo diez miembros activos y no hay quórum suficiente para realizar la selección. Así se tomó la decisión de suspender la próxima entrega mientras se busca la solución que intente devolver a la Academia Sueca la credibilidad y estabilidad para continuar con la entrega del que, hasta el año pasado, era el galardón más importantes de las letras: el Premio Nobel de Literatura.