El legado inquebrantable de George Martin

La historia de The Beatles tiene un elemento fundamental, más allá de los cuatro músicos que integraron el conjunto: George Martin, el productor británico que guió y configuró el sonido del cuarteto de Liverpool.

Martin falleció este martes 8 a los 90 años, dejando un legado inolvidable, conformado principalmente por su trabajo junto a The Beatles, tanto en su corta pero influyente carrera en los ’60, así como también posteriormente con el repertorio de los británicos.

La relación de Martin y los Fab Four se remonta a 1962, cuando el productor se reunió con Brian Epstein, el mánager de la incipiente banda, para ver la posibilidad de que se hiciera cargo de sus primeras grabaciones. Aceptó, sin ni siquiera conocer a los cuatro músicos. Por ese entonces, el británico sólo llevaba un par de años trabajando en EMI.

El primer encuentro con The Beatles fue en junio de 1962, cuando registraron las primeras canciones con Pete Best en batería. Allí vinieron las primeras recomendaciones de Martin: el ingreso de Ringo Starr y acelerar el tiempo de «Please Please Me».

El primer álbum de The Beatles, Please Please Me, fue registrado por la banda junto a Martin el 11 de febrero de 1963, en una sesión continua de 10 horas. El productor en un principio pensó en grabar una presentación en vivo del conjunto en La Caverna, pero debido a aspectos técnicos decidió arrendar un estudio de EMI.

Después de ello, la colaboración fue evolucionando durante la década, con la influencia de Martin en cada aspecto que Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr querían lograr. No sólo arregó sus composiciones, sino que también tocó en todos sus discos cuando fuese necesario.

Así, cuando McCartney creó «Yesterday», el productor agregó una sección de cuerdas, aunque el bajista no quiso en un principio; en «A Day in the Life» (el resultado de dos temas compuestos por McCartney y Lennon por separado), Martin compuso la partitura que grabó una orquesta de 40 músicos para unir ambas partes; y en «Eleanor Rigby», añadió cuatro violines, dos violas y dos violonchelos para acompañar a McCartney, con un arreglo que Martin afirmó tiempo después que fue inspirado en la banda sonora de Psicosis, de Alfred Hitchcock.

Pero, sin duda, su participación más significativa fue en «In My Life», canción escrita por Lennon sobre su infancia y adolescencia. El músico le pidió a Martin si podía agregar al tema un piano barroco en medio del tema. El productor se inspiró en Johann Sebastian Bach para tocar un solo que fue grabado con el tiempo acelerado para que calzara con lo que ya habían hecho.

Tras el fin de The Beatles, Martin siguió ligado al conjunto de diversas maneras. Por ejemplo, produjo el tema «Live and Let Die» que McCartney junto a su proyecto Wings creó para la banda sonora de la película de James Bond del mismo nombre que se estrenó en 1973.

A mediado de los ’90 se hizo cargo de la post-producción del documental Anthology del cuarteto de Liverpool, en el que aparece revisando las cintas originales de las discos grabados por The Beatles en los ’60.

En el nuevo siglo, Martin produjo el recopilatorio 1 (2000) y junto a su hijo, Giles, se hicieron cargo como ingenieros de sonido de la música de Love, el espectáculo que el Cirque du Soleil estrenó en 2006, volviendo a mezclar canciones de los Fab Four ocupando las cintas originales.

Fue uno de los últimos trabajos de Martin, considerado el «quinto Beatle» por el mismo McCartney en la despedida al productor. «Era un verdadero caballero y como un segundo padre para mí. Guió la carrera de The Beatles con tal habilidad y buen humor que se convirtió en un verdadero amigo para mí y para mi familia… El mundo ha perdido a un gran hombre que dejó una marca indeleble en mi alma y en la historia de la música británica», expresó el británico.