Durante su más reciente congreso, realizado en Honolulu, Hawái, la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN por su sigla en inglés) emitió una actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas.
En aquella lista, el panda gigante, esa tierna masa peluda blanca y negra, se encontraba en el ítem «peligro de extinción» desde los ’80. Pero ahora, la IUCN informó que el oso pasa ahora a la categoría «Vulnerable», debido a que la población ha crecido gracias a eficaces programas de protección de los bosques y de reforestación.
En los ’80, la población cayó a 1.200 pandas debido a la caza y la deforestación. En 2004, la cifra subió a 1.854. Y ahora se estima que hay 2.060 dando vueltas por los bosques chinos.
El aumento se debe especialmente a la restauración de su hábitat, es decir, el bosque de bambú, que también le otorga alimentación.
Según BBC, los pandas deben comer diariamente entre 12 a 38 kilos de bambú, planta que representa el 99% de su dieta, para mantener su nivel de energía. Si no, pueden morir de hambre.
Además de comprometerse a conservarlo, el gobierno chino también ha enviado pandas a zoológicos de todo el mundo como un gesto diplomático de buena voluntad.
Uno de los más famosos es Tian Tian del Smithsonian Zoo de Washington, que disfrutó la nieve en enero pasado.
Muchos zoológicos han apostado por reproducir pandas gigantes en cautiverio, algunas veces usando métodos de inseminación artificial pues la reproducción es más difícil debido a su timidez.
Una buena noticia que los propios pandas quieren celebrar.