Un día, el fotógrafo Maurice Mikkers decidió saber cómo se verían los componentes de ciertas sustancias a la vista del ojo humano. Y para ello realizó un trabajo que tituló Micrograph Stories.
Este proyecto comenzó con los analgésicos que tomó durante tres meses después de una cirugía. Su técnica para poder fotografiar microscópicamente consiste en aplastar píldoras en un mortero, tomar una pequeña cantidad y disolver en agua. Luego coloca gotas en un portaobjeto y las deja cristalizar.
Analgésicos, anticonceptivos y drogas ilegales conforman el amplio abanico de sustancias que ha fotografiado gracias a un microscopio conectado a su cámara. Es algo así como una muestra minuciosa de lo que a veces ingerimos sin darnos cuenta. Y ojo, que Mikkers adelantó que su próxima idea es tomar imágenes a ingredientes que manipulan los alimentos.