El ruido, dicen, fue tan ensordecedor que ni ellos se escuchaban a pocos metros. La escena ocurrió en el Shea Stadium de Nueva York y los protagonistas fueron The Beatles, quienes actuaron la noche del 15 de agosto de 1965 en ese recinto.
El concierto del cuarteto de Liverpool se convirtió en uno de los más míticos de la historia de la música, tanto por ser una presentación en plena Beatlemanía en Estados Unidos como por ser uno de los primeros shows masivos de una banda que se recuerde.
Como muestra del fervor que por ese entonces provocaban, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr debieron ser trasladados en helicóptero y camión hasta el recinto deportivo que se abría a otras áreas más allá de albergar el béisbol y fútbol americano.
Por cuestiones de seguridad, las 55 mil personas que llegaron al Shea Stadium sólo ocuparon las graderías, mientras los músicos ocuparon un escenario en el campo acompañados de personal de seguridad y de su entorno más cercano, como su mánager Brian Epstein.
La presentación en el Shea Stadium correspondió a la primera fecha de su gira por Estados Unidos para mostrar su álbum Help!, el quinto de su carrera que habían editado a principios de agosto de 1965.
«Twist and Shout» y «She’s a Woman» fueron las primeras canciones que el cuarteto interpretó ante el grito de las fanáticas que llenaron el lugar. Eso quizás llevó a los músicos a no realizar una gran presentación, cuyos registros de audio demuestran cómo el entusiasmo del público se mezcla con los acordes.
Asimismo, la actuación escapa de los estándares modernos: sólo 12 canciones en 30 minutos de show, sin cortes ni cambios de última hora.»Ticket to Ride», «Can’t Buy Me Love», «A Hard Day’s Night», y «Help!», entre otros, fueron protagonistas de uno de los momentos más importantes de la historia de la música..
Fotos: The Telegraph