En 1989, Volver al Futuro II nos invitó a imaginar cómo sería el mundo casi tres décadas después, y ese mismo año se creó la marca de automóviles Lexus.
¿Cuál es la relación? En aquella película, Marty McFly (el protagonista) viaja al año 2015 y consigue una aerotabla, una patineta que flota en el aire, y este mismo año 2015, Lexus hace realidad el sueño y logra construirla.
La tabla SLIDE funciona con superconductores, materiales que conducen electricidad. Al disminuir su temperatura, la resistencia eléctrica también se reduce, de modo que la electricidad pasa fluidamente, sin pérdida de energía, lo que convierte a los superconductores en imanes súper potentes, que permiten que la tabla flote en el aire.
Para lograr este efecto, los superconductores deben enfriarse mucho. SLIDE lo logra usando nitrógeno líquido, un material muy frío que se evapora a temperatura ambiente. Esto le da una sensacional apariencia con vapor saliendo de los costados, pero limita la duración del viaje.
Para que la hoverboard funcione debe estar sobre un riel magnético, de modo que no flotará sobre pistas de concreto o madera, pero si puede flotar sobre pistas especiales, como lo demostró el skater Ross McGouran, que patinó con SLIDE sobre una pista construida para la ocasión. Incluso deslizó sobre el agua.
De acuerdo con un video documental difundido por Lexus, la tabla requirió 394 días de trabajo para su desarrollo, pero como bien dicen «las cosas difíciles toman tiempo, las imposibles requieren un poco más de tiempo».
El producto -desarrollado por la marca japonesa como una estrategia para promocionar su nuevo auto- no estará a la venta, pero Lexus tiene el mérito de demostrar que es posible.
Ahora solo falta que Nike cumpla su parte y haga realidad las zapatillas ajustables.