En 1930, Amy Johnson, pionera británica de la aviación, asombró al mundo con un viaje épico en solitario desde Reino Unido a Australia que abrió el camino para las mujeres en la aviación y los viajes aéreos como lo conocemos hoy.
85 años después de ese hito, la piloto británica Tracey Curtis-Taylor está recreando el histórico viaje en un biplano de cabina abierta, recorriendo más de 20 kilómetros y 23 países.
El viaje (que durará entre 12 y 14 semanas) comenzó el pasado 1 de octubre a bordo de un biplano diseñado en la década de los años 30 llamado «El Espíritu de Artemisa», que despegó desde Hampshire, al sur de Inglaterra. La aeronave tiene una velocidad máxima de 152 km/h, una altitud de operación de 10.000 pies y un rango de solo 724 kilómetros, razón por la que la piloto hará paradas frecuentes en lugares remotos de tres continentes a lo largo de la ruta.
Curtis-Taylor recreará lo más que pueda el viaje de Johnson, cruzando Europa y el Mediterráneo a Jordania, pasando sobre el desierto de Arabia, luego a través del Golfo de Omán hacia Pakistán, India, Myanmar, Tailandia, Malasia e Indonesia, antes de llegar a Sydney a principios de 2016.
A diferencia del vuelo de 1930, hoy, gracias a la conectividad de satelitales móviles, los aficionados de todo el mundo pueden unirse y seguir la aventura de la británica, quien comparte actualizaciones en un sitio web interactivo y a través de Facebook, además de registrar imágenes para un documental.
Curtis-Taylor ha estado por los aires desde hace muchos años: su primera lección fue a los 16 años y aprendió a volar en Nueva Zelanda. Posteriormente regresó al Reino Unido y se convirtió en una piloto comercial e instructor de vuelo. Actualmente vive en Cambridge, trabajando principalmente con la aviación histórica y en la organización de espectáculos aéreos.