El mundo se asombró la madrugada de este miércoles cuando Corea del Norte anunció que realizó pruebas exitosas de una bomba de hidrógeno en miniatura, lo que provocó incluso temblores confirmados por Estados Unidos, China y Corea del Sur.
Fue el propio país asiático, liderado por Kim Jong-un, quien confirmó el test nuclear a través de la agencia KCNA. «Hemos realizado la prueba con la sabiduría, la tecnología y los esfuerzos nacionales. Es un evento sorprendente que se recordará de forma especial en la historia del país. Corea del Norte se suma con orgullo a los países nucleares más avanzados que poseen la bomba H», expresa el texto sobre la detonación que se realizó a las 10:00 horas (hora local).
Pero, ¿qué es una bomba de hidrógeno? Según explicó John Carlson, experto en seguridad nuclear, a The Guardian, se trata de «una explosión de dos etapas: por un lado una reacción de fisión nuclear, y por otro una reacción de fusión nuclear». Esta reacción en cadena lleva a serla llamada también bomba termonuclear.
Para entender aún más, se debe diferenciar la fisión y la fusión: en la fisión nuclear, el núcleo de un átomo se divide para producir dos elementos más pequeños, a menudo liberando partículas subatómicas libres y energía. En la fusión nuclear, dos o más núcleos atómicos se unen y combinan, lo que puede provocar un golpe más duro.
«La explosión principal es la reacción de fisión (como una bomba nuclear convencional) que emite rayos X que causa la segunda explosión, provocada por la fusión de tritio y deuterio, dos isótopos de hidrógeno», dice el medio británico.
Para comparar: la bomba atómica lanzada en Hiroshima en 1945 creó una explosión de 16 kilotones de TNT (16 mil toneladas), con 140 mil fallecidos, mientras que la bomba termonuclear puede producir 50 megatones de TNT (50 millones de toneladas), es decir, casi cinco mil veces más potente que una bomba atómica.
Dentro de la declaración norcoreana, se informa que las pruebas se hicieron con bombas de hidrógeno en miniatura, lo que para Carlson significa que «han hecho algo a menor escala, capaz de ser puesto a un misil… los parámetros habituales son algo de menos de un metro de diámetro, y menos de una tonelada de peso».
Las bombas atómicas sólo se han utilizado dos veces en la guerra: ambas ocasiones por parte de Estados Unidos y las dos veces en Japón, para dar fin a la Segunda Guerra Mundial.
Las bombas de hidrógeno nunca se han usado en conflictos bélicos. Debido a su potencial destructivo devastador, las potencias nucleares se resisten a usarlos y han firmado acuerdos para evitar su disposición, como el Tratado de No Proliferación Nuclear de 1967, que dice que Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China se comprometen a no aumentar su desarrollo de energía nuclear para uso de armas y utilizar todas las maniobras pacíficas para su empleo.