Entre fines de marzo y comienzos de abril, Japón disfruta del «sakura» o flor del cerezo, uno de los símbolos más reconocidos de la cultura nipona, cuyo florecimiento da la bienvenida a la primavera.
Junto a este espectáculo natural, los ciudadanos japoneses también festejan el tradicional ‘hanami’, nombre con el que se denomina la reunión bajo las flores del cerezo para contemplar su belleza, mientras se come y se bebe.
Este 2016, los cerezos alcanzaron la plena floración en el centro de Tokio este jueves 31, tres días antes de lo habitual en medio de un clima cálido, y dos días después que el año pasado, dijo la Agencia Meteorológica de Japón.