Ringo Starr, Bruce Springsteen, Pearl Jam y hasta el Cirque Du Soleil son algunos de los nombres que han decidido cancelar sus espectáculos programados en Carolina del Norte, en Estados Unidos, durante los últimos días.
¿La razón? La ley HB2 aprobada a fines de marzo pasado en ese estado que establece medidas centradas en el uso de los baños públicos y en el derecho laboral.
Llamada oficialmente Ley de Seguridad y Privacidad en Instalaciones Públicas, esta legislación fue aprobada el 23 de marzo pasado por la Cámara de los Representantes de Carolina del Norte y por el Senado de ese estado, siendo convertida en ley tras la firma del Gobernador Pat McCrory, uno de los impulsores del proyecto.
La polémica ley incluye medidas que han sido calificadas como discriminatorias por diversos sectores. La más discutible es aquella que obliga a los ciudadanos a usar baños públicos que correspondan a su sexo biológico, o sea, el asignado en el certificado de nacimiento y no con el que se identifiquen en la actualidad, además de ordenar que todos los baños de los edificios públicos deben ser para uso individual, para un sólo género y no podrá haber servicios unisex.
Esta medida discrimina a las personas transgénero y ha sido rechazado por músicos, actores y hasta la Casa Blanca. En un texto, el secretario de prensa, Josh Earnest, dijo que «esta administración se ha comprometido firmemente a promover la causa de la igualdad para la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros)».
Y agregó: «Al igual que muchos otros en todo el país, estamos preocupados por el potencial impacto negativo de esta ley, sobre todo en los jóvenes transgénero, y creemos que es mal intencionada y envía el mensaje equivocado».
¿Cómo se llegó a esta ley? Todo partió en febrero pasado, cuando las autoridades de la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte, aprobaron una ordenanza que prohibía la discriminación por orientación sexual e identidad de género en lugares públicos, vehículos de transporte masivo y en empresas.
Frente a esto, el estado presentó el proyecto de ley de Seguridad y Privacidad en Instalaciones Públicas explicado anteriormente, que además de la polémica medida de los baños públicos, también deja sin efecto la ordenanza de Charlotte.
Esto porque entre las normas se incluye que el estado puede regular las leyes que definen las prácticas discriminatorias en materia laboral y sus dictámenes prevalecen sobre lo que dicte el Gobierno local, y que todas las leyes que protegen los derechos laborales de los trabajadores a nivel federal quedan supeditadas a lo que dice la ley estatal.
Dado que el estado no prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual o identidad de género en el trabajo o lugares públicos, esta nueva norma permite mantener legal la discriminación a la comunidad LGBT.