Desde que se encendió la llama olímpica en la ceremonia de inauguración de Río 2016, este símbolo estuvo acompañado por una escultura cinética creada por el artista estadounidense Anthony Howe.
Más de 78 mil atletas olímpicos y millones de espectadores en todo el mundo son algunas de las cifras de las primeras Olimpiadas en Sudamérica. Y uno de los instantes más esperados fue el encendido del fuego olímpico en el pebetero.
Allí, Howe tuvo una participación especial con una escultura que sostiene la llama olímpica y que fue encargada por el Comité Organizador en agosto de 2015. Desde entonces, el artista se enfocó en crear una pieza de 12 metros de diámetro y dos toneladas de peso que simboliza el sol a través de movimientos cinéticos.
«Mi visión fue replicar el sol, utilizando el movimiento para imitar su energía pulsante y el reflejo de la luz», dijo Howe. «Espero que lo que la gente concluya del pebetero, de la ceremonia de apertura y de los Juegos de Río en sí, que no hay límites a lo que un ser humano puede lograr», agregó.
Hace unos meses te mostramos el majestuoso trabajo de Howe, quien decidió crear figuras de metal que se pudieran mover con el viento. El artista diseña esculturas como modelos 3D que atrapan de inmediato la mirada, con figuras que van desde rostros hasta creaciones surrealistas que se mueven con el viento.
La llama olímpica no estará en el Maracaná
La escultura de Howe acompañará el fuego olímpico, pero por primera vez en la historia del evento deportivo no arderá en el Estadio, sino que se instalará en el centro de Río de Janeiro.
El encendido de la llama se realizó durante la ceremonia de apertura en el Estadio Maracaná.
Y luego, la misma noche de la inauguración, se trasladó hasta el Boulevard Olímpico en el centro histórico de Río de Janero, hasta la ceremonia de clausura.