Durante los últimos años, la tasa de criminalidad y la población penal en Países Bajos han disminuido a tal punto que varias cárceles han quedado vacías. Ahora, varias de ellas han cumplido una excelente labor como hogar para refugiados.
Demostrando los puntos positivos de la reutilización y el reciclado, una agencia gubernamental ha abierto las prisiones para dar cabida a la enorme cantidad de inmigrantes en busca de asilo. Como apunta National Geographic, la Agencia Central para la Acogida de Solicitantes de Asilo (COA por su sigla en neerlandés) vio una solución en el cierre de los recintos.
Después de seis meses de espera para obtener el permiso, el fotógrafo Muhammed Muheisen pasó 40 días recorriendo tres cárceles y registrando la vida de los refugiados, quienes estarán seis meses al interior esperando regular su situación.
Muheisen, fotógrafo de AP y ganador de dos premios Pulitzer, ha seguido durante los últimos años la crisis de los refugiados. «La pregunta que siempre estaba en mi cabeza era ‘¿Qué pasa después?’. El viaje no se detiene en el momento de entrar en un país», dijo.
De acuerdo a National Geographic, durante su residencia los refugiados han aprendido el idioma local y a andar en bicicleta, dos cuestiones esenciales en ese país.
Fotos: Muhammed Muheisen