Su voz y su presencia se mantendrán por años en nuestra memoria. La manera en la que Freddie Mercury transmitió la música al frente de Queen también la desarrolló con otras fascinaciones en su vida que no fueron tan conocidas: su pasión por los gatos y las estampillas.
Los felinos fueron los verdaderos amores de su vida. Llegó a tener 10 en su vida, todos importantes para él. De hecho, en el último videoclip de Queen que filmó antes de morir, «These Are the Days of Our Lives», aparece vestido con una chaqueta sin mangas con estampados de sus gatos, una creación de su amigo Donald McKenzie, quien los pintó después de ver fotografías de ellos en un álbum de Mercury.
Lo del videoclip fue una de las muestras públicas de su amor por los gatos. Muchos años antes, en 1985, el cantante lanzó su primer álbum solista, Mr. Bad Guy, y entre las notas de agradecimiento escribió: «Este disco está dedicado a mi gato Jerry… también a Tom, Oscar y Tiffany, y a todos los amantes de los gatos a través del universo».
Tiffany fue un regalo de su ex novia y mejor amiga Mary Austin, mientras que Oscar fue un gato que pertenecía a uno de sus novios y que Mercury acogió en su casa de Garden Lodge. En la última fotografía tomada al músico en su casa aparece junto a su mascota.
The Telegraph recuerda algunos de los gatos que vivieron junto al cantante, entre ellos dos rescatados del refugio británico Blue Cross: Miko, Romeo (recogido por el novio de Mercurio Jim Hutton), Dorothy, Lirio (un gato blanco que Mercury siempre había anhelado) y Goliat (un pequeño gato negro que tenía la costumbre de esconderse).
Sin embargo, al parecer el felino preferido de Mercury fue Delilah, una colorida gata que inspiró la canción de Queen del mismo nombre. «Oh Dios, eres impredecible / Me haces muy feliz cuando te acurrucas y vienes a dormir a mi lado», canta en una parte del tema.
Otra de las cosas que fascinó a Mercury fueron las estampillas. Desde niño, el cantante coleccionó sellos. Su padre, Bomi, le heredó su gusto por la filatelia.
El músico creó su colección entre los nueve y 12 años, y se estima que incluye sellos de una amplia gama de países de todo el mundo. Muchos de ellos son del Imperio Británico y otros son de Zanzíbar, región de Tanzania, lugar de nacimiento de Mercury. También hay una amplia selección de sellos de Europa del Este.
Luego de la muerte del cantante, su padre vendió la colección al Museo Nacional de Correos. Las ganancias fueron donadas a la Mercury Phoenix Trust, organización que lucha contra el SIDA creada en honor al artista.
Uno de los aspectos más interesantes de la colección es la manera en que están dispuestos los sellos. En algunas de las páginas del álbum están clasificadas por color, tamaño o tipo. En otras páginas se ordenaron con patrones equilibrados, o letras del alfabeto.
En septiembre de 2016 se realizó en Londres una exhibición llamada Stampex, en la que se mostró públicamente la colección de Mercury junto a la de John Lennon, otro amante de los sellos.