¿Sientes que trabajas o estudias mejor de noche? ¿Crees que rindes mejor de madrugada que durante el día? Bueno, una nueva investigación sugiere que las tendencias de los noctámbulos podrían estar conectadas a sus genes.
En el estudio del equipo liderado por Alina Patke del Laboratorio de Genética de la Universidad Rockefeller, los investigadores examinaron a 70 personas de seis familias y encontraron que una mutación en un gen llamado CRY1 era común entre aquellos que tienen una condición conocida como trastorno de fase de sueño retrasado (DSPD).
En personas con esta condición, el reloj circadiano corre detrás, así que se despiertan más tarde y se van a dormir más tarde de lo normal. Este reloj es un ritmo interno que dicta cuando uno se siente cansado, hambriento o despierto. Incluso regula la temperatura corporal.
La mutación estaba ausente en los miembros de estas mismas familias que no tenían DSPD. Además, los investigadores mostraron en experimentos de laboratorio que este gen puede jugar un papel clave en la conducción del reloj circadiano.
«Los portadores de la mutación tienen días más largos de lo que el planeta les da, por lo que esencialmente están jugando a ponerse al día durante toda su vida», expresó Patke en un comunicado emitido este jueves 6 de abril.
Según esta profesional, identificar al menos una mutación genética detrás del trastorno del sueño representa un paso importante. «Comprender cómo se controlan los ritmos abre la puerta para eventualmente manipularlos con drogas», dijo.
La misma investigadora dio algunas recomendaciones para lo que llamó una «buena higiene del sueño», que consiste en ir a la cama a la hora establecida todas las noches, incluso los fines de semana, y despertar a la hora establecida cada mañana.
Asimismo, evitar las luces brillantes (incluyendo notebooks, tablets y teléfonos inteligentes) en la noche también ayuda, al igual que exponerse a la luz solar a primera hora de la mañana.