Imagina a una persona que de la misma forma que se trata la adicción a las drogas, decida comenzar una rehabilitación por su obsesión con los videojuegos. Esto pronto será una realidad, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocerá esta costumbre como un trastorno mental.
La tecnología está afectando a todos los aspectos de la vida. Si bien esta premisa puede sonar antigua, sigue llevándose a cabo, lo hemos visto en los últimos días con los servicios de transporte estilo Uber, que han generado cambios en las políticas públicas, y ahora los juegos de video entran como protagonistas de la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
Esta es la versión número 11 del documento, desde sus orígenes en 1900 cuando sólo era aceptado por Estados Unidos, expandiendo su repercusión en 1949 con el CIE-6, que fue adoptado por la OMS, adoptando así el concepto “Internacional” en su título. La última vez que se modificó fue en 1990.
El despertar moderno de la OMS
Aún no ha entrado en vigencia, pero el borrador ya está listo y el trastorno del videojuego es una de las cartas principales, contando con una serie de variables que demostrarían que su práctica excesiva se ha convertido en una condición grave, que podría entregarle a las consolas mayor importancia que otros intereses fundamentales de la vida.
«La mayoría de las personas que juegan videojuegos no tienen un trastorno, al igual que la mayoría de las personas que beben alcohol tampoco tienen un trastorno. Sin embargo, en ciertas circunstancias, el uso excesivo puede generar efectos adversos”, afirmó Vladimir Poznyak, miembro del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.
Habrá que esperar a alguna fecha de 2018, cuando la Organización Mundial de la Salud haga que el CIE-11 entre en vigencia y ver si se incluirán otro tipo de trastornos como la obsesión por los celulares, las redes sociales o por el internet, concretamente.