Una de las historias más potentes que tiene esta edición de los Oscar es la de Rachel Morrison (39), la primera mujer nominada a Mejor Directora de Fotografía en los 90 años de existencia de este premio.
Su trabajo en la cinta de Netflix Mudbound la llevará este 4 de marzo al Dolby Theatre con la esperanza de ganar la estatuilla y abrirle paso a nuevas generaciones femeninas en esta área del cine, que hoy cuenta con un 5 por ciento de representación.
«Me tomó como 10 o 12 películas independientes lograr mi primer film de estudio”, comentó Rachel Morrison en una entrevista con Los Angeles Times, afirmando que es una gran diferencia de lo que ocurre con lo hombres, aunque se siente optimista de que eso está cambiando.
Para ella por primera vez se convierte en ventaja ser mujer, ya que los estudios “necesitan tapar estos agujeros», aunque pone énfasis en que el objetivo “debe ser hacer un buen trabajo”, no ser contratado sólo por el hecho de ser mujer.
El inicio de Rachel Morrison
Los primeros trabajos de Rachel Morrison en la cinematografía fueron a comienzos del 2000 en cortometrajes. Más tarde trabajó en series de televisión y documentales, siempre dentro del mundo independiente, ya que el hecho de ser mujer le hacía más complejo dar el salto.
En 2007 incursionó en la escritura en el corto Redemtion Maddie, donde también trabajó como directora de fotografía. Así continuó por cerca de 10 años y la consolidación en su especialidad no llegaba, trabajando como operadora de cámara para proyectos tan diversos como el programa The Oprah Winfrey Oscar Special y el documental Nicki Minaj: My Time Now, ambos en 2010.
Pero todo dio un giro cuando fue elegida por el realizador y guionista norteamericano Zal Batmanglij, para ser parte de su equipo en la cinta independiente Sound of My Voice (2011), que tuvo su estreno en Sundance y la metió de lleno en el mundo de los largometrajes.
Una pionera de la cinematografía
El gran salto de Rachel Morrison vino dos años después, cuando se unió al director Ryan Coogler para ser directora de fotografía en Fruitvale Station, una película de bajo costo estrenada en Sundance, que tuvo una recaudación millonaria y llevó su nombre a otro nivel en la industria.
Ya consolidada y con varios largometrajes de estudio en el cuerpo, en 2017 se volvió a reunir con Coogler para ser parte de Pantera Negra de Marvel, logrando así su primera producción con presupuesto millonario y a su vez un gran hito como mujer dentro del cine, al convertirse en la primera directora de fotografía en trabajar en una película de superhéroes.
Sin embargo, la gran sorpresa vino con la cinta grabada en 2016 Mudbound, que ahora la tiene como principal nominada a los Premios Oscar. Así, Rachel Morrison demuestra que la industria está cambiando, pero nunca se debe dejar de valorar todo lo que tuvo que pasar para estar donde está.
“En general, soy muy optimista sobre los cambios. Siento que son palpables. No creo que la próxima generación de directoras de fotografía tenga que esperar 10 años o películas para obtener su primer trabajo de estudio”, afirma Morrison… ojalá así sea.