¿Alguna vez te has preguntado cómo se graba un programa de televisión? O mejor aún, ¿uno de Netflix? Yo sí, y por eso, cuando tuve la oportunidad de entrar a uno de los estudios, no dudé en vivir la experiencia.
¿Cómo lo hice? En Los Ángeles, California, y en otras ciudades de Estados Unidos donde la industria del entretenimiento es fuerte (como Nueva York, por ejemplo) y se graban decenas de películas, series y programas, existen compañías que se encargan de llevar público a las grabaciones, sean en vivo o no. Éste es el caso de 1iota.com, una de las agencia de casting más importante del país, que en su catálogo posee shows como The Voice, Jimmy Kimmel Live, Late Night con Seth Meyers, el Late Late Show con James Corden, Chelsea Show, entre otros.
Si te interesa ir a alguno de estos programas lo primero que debes hacer es elegir uno de ellos y verificar que efectivamente estén con grabaciones el día que puedes/quieres asistir. A mí me costó un poco, porque la mayoría de ellos se toman vacaciones durante el verano (de ellos), por lo que los meses de junio y julio suelen ser bastante flojos… y lo digo por experiencia, ya que éstas eran las fechas en las que yo podía viajar.
Finalmente, luego de registrarme en la web, crear mi cuenta, buscar y hacer calzar las agendas, logré decidirme por los programas que me interesaba conocer, como también elegir una fecha en la que hubiesen grabaciones. Mis elegidos fueron Chelsea Show (Netflix), Jimmy Kimmel Live (ABC) y The Voice (NBC), y para todos ellos tuve que llenar una pequeña ficha de petición en la que debía indicar cuántos tickets necesitaba (el máximo son tres por show), como también explicar por qué quería asistir. En mi caso, jugué la carta de “soy de Chile, viajaré a Los Angeles y me muero de ganas de ir a este show que es uno de mis favoritos”.
Desde el día que hice mi petición, hasta que finalmente me llegó una respuesta, pasaron SEMANAS, y lamentablemente, sólo conseguí tickets para uno de los tres programas a los que “postulé”. Pero bueno, podría haber sido peor y no conseguir nada, así que me dio igual y arreglé mis cosas para asistir a… ¡Chelsea Show!
¡Éste fue mi ticket!
Para los que no la conocen, Chelsea Handler es una comediante, actriz y escritora estadounidense, que goza de un humor (muy) negro y que no tiene miedo de decir las cosas que piensa. Luego de trabajar en E! Entertainment y vagar por varios otros canales, llegó a Netflix para desarrollar su propio programa de conversación, el cual se emite a todo el globo los días miércoles, jueves y viernes; y cuyos invitados son famosas estrellas del cine, televisión o música, como también políticos, científicos o gente que simplemente le cae bien o que no apoya a Donald Trump (es una declarada seguidora de Hillary Clinton). ¿Un plus del programa?: su perro Chunk siempre está dando vueltas por el estudio, algo irresistible para los doglovers como yo.
Aaaaawww <3
Show time!
Tal como me lo habían informado en el mail de confirmación en el que se encontraba mi ticket (un pdf que hay que llevar impreso), debía presentarme con tenida semi-formal y sin colores fuertes o logos muy grandes el 29 de junio a las 13 horas en Sony Pictures Studios, ubicado en la ciudad de Culver City en Los Ángeles. Para mi sorpresa y la de ustedes, el Imperio Netflix no tiene un recinto sólo para ellos y por eso “arrienda” espacios de otros estudios.
Esperar y esperar…
Luego de llegar (a las 12.30 horas) y presentar el ticket, tuvimos que esperar con mi pareja. Primero en unas bancas a la entrada de los estudios, luego formados en fila en una “calle” dentro del recinto -desde donde se podían ver los trailers y vestuarios de la serie Master of sex (Showtime)-, y después afuera del estudio número 30, donde se graba Chelsea Show. Hasta que pudimos entrar, y en una sala oscura con una gran luminaria que decía #CHELSEA, el productor a cargo nos saludó a las cerca de 50 personas que participaríamos del programa de ese día. “¡¿Cómo están hoy?!”, preguntó minutos antes de explicar en qué consiste el show y quiénes serían los invitados de ese día: la actriz Anna Kendrick, el comediante Jim Gaffigan y Matthew Hussey, un experto en relaciones amorosas.
El productor pidió apagar los celulares y prohibió sacar fotos en el estudio.
Fue allí cuando otra productora nos hizo entrar al estudio “real”. Formados en una fila, los organizadores repartían al público en los diferentes asientos, ya fuese al centro del lugar o los que se encuentran a los lados y atrás, donde hay sillones y mesas para disfrutar con un grupo de personas. Yo tuve suerte y el productor me ubicó en la segunda fila, frente al espacio donde Chelsea desarrolla la mayor parte de su programa. Allí nuevamente nos contaron de qué trataría el programa, nos hicieron “ensayar” los aplausos, regalaron cupones para Papa John’s y pudimos enterarnos que los asistentes venían de todos lugares de Estados Unidos, pero también de países como Australia, Costa Rica, Reino Unido y nosotros, de Chile.
Foto gracias al productor del programa, @chuckdukas.
Ya instalada en el lugar, miré el estudio con más tranquilidad, y como era de esperar, me pareció que todo era más pequeño de lo que se ve a través de la pantalla. Quise sacar algunas fotos para tener un recuerdo de esta experiencia –sí, a pesar de que nos dijeron que estaba prohibido-, pero apenas saqué la cámara me llegó un reto de los productores, así que esto es todo lo que pude conseguir:
El estudio desde mi asiento en la segunda fila.
Si bien el programa es grabado (porque es de Netflix, d’oh), su realización es como si el show fuese en vivo, por lo que se hace de corrido sin interrupciones. Bueno, en nuestro caso hubo una sola pausa porque Chelsea se equivocó en una presentación y tuvieron que repetirlo porque además su perro Chunk arruinó la continuidad de la toma (jajaja); y también editaron una parte del programa para que no se extendiera más del tiempo normal.
No les contaré de qué se trata el capítulo porque lo pueden ver en Netflix (lo subieron el viernes 1 de julio), pero sí puedo decirles algo: si tienen la oportunidad de hacer algo así, ¡HÁGANLO! Sólo tendrán que relajarse, aplaudir y reír. No sólo pasarán un buen rato, sino que pueden ganar regalos e invitaciones a comer (no fue mi caso) y además se podrán ver (o por lo menos se podrán buscar) una y otra vez en televisión, o en las pantallas de sus computadores, tablets o celulares. Todo gracias al milagro Netflix.