La construcción del Estadio de Tokio que albergará los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 suma un montón de problemas y críticas, con un millonario proyecto rechazado, a cinco años del inicio del evento.
El recinto ocupará el mismo espacio donde estaba el antiguo Estadio Olímpico que recibió el evento deportivo en 1964. Fue demolido para dar paso, en un principio, a un estadio con un diseño futurista que podría recibir hasta 80 mil personas, casi 30 mil más que su antecesor.
El presupuesto inicial para construir esta gran obra arquitectónica fue de 130 millones de yenes (poco más de mil millones de dólares). Sin embargo, luego las estimaciones de costos subieron hasta 300 millones de yenes, lo que causó que en 2014 el plan fuera revisado para bajar un poco la cifra.
Finalmente, el martes 7 de julio el Consejo de Deportes de Japón aprobó el proyecto final con una estimación de 252 millones de yenes (unos dos mil millones de dólares), casi el doble de la original, convirtiéndose en el recinto deportivo más costoso de la historia.
Sin embargo, todo quedó en cero luego de que el Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, anunciara el pasado viernes 17 que el plan se cancelaba debido a la alta cifra que involucraría y a las críticas que recibió el proyecto. «El plan actual será volver a ser una hoja de papel en blanco, y replantear desde cero», afirmó la autoridad.
Para hacer una idea: el costo de construcción del Estadio Olímpico de Londres 2012 fue de 486 millones de libras (unos 740 millones de dólares) y el Estadio Olímpico de Beijing 2008 fue de 2,3 mil millones de yuanes (unos 370 millones de dólares). Es decir, el nuevo estadio de Tokio hubiese costado casi cinco veces que el que recibió las Olimpiadas en 2008.
El alto costo de la construcción estaba basado en el diseño del estadio, a cargo del estudio británico Zaha Hadid Architects, cuya propuesta (aprobada en noviembre de 2012) incluía un techo retractable que también permitiría apegarse a la normativa de Tokio para poder recibir conciertos después de los Juegos. En diciembre Hadid había afirmado que los japoneses no querían «que un extranjero construya su Estadio Nacional».
El diseño futurista de Zaha Hadid Architects tenía proyectado un techo arqueado de casi 70 metros de altura, lo que le daba una forma como «casco de bicicleta». Sus gigantescas dimensiones hubiesen ocupado el doble de superficie que el de Londres 2012.
Con esta cancelación, la construcción del Estadio Olímpico de Tokio 2020 no tiene fecha estimada de inicio. La primera prueba de fuego era el Mundial de Rugby, que se disputará en septiembre de 2019, pero debido a este cambio, es poco probable que el evento se desarrolle en ese recinto. «El mundo del Rugby está muy decepcionado por el anuncio de que el nuevo estadio nacional no estará listo para acoger la Copa del Mundo de Rugby 2019, a pesar de las reiteradas garantías», dijo un portavoz, según recogió The Guardian.
A continuación, imágenes del proyecto rechazado del nuevo Estadio Olímpico de Tokio.