Hace algunos meses les contamos la idea que se estaba desarrollando de reutilizar los cohetes que se envían al Espacio, como una forma de abaratar los costos de las misiones. Y tras varios meses, podemos decir que ya hay un resultado positivo.
Se trata de New Shepard, el cohete que la empresa estadounidense Blue Origin lanzó al Espacio y tuvo un regreso sin ningún daño al mismo lugar de su despegue, en el pueblo de Van Horn, en Texas.
La empresa especializada en el desarrollo de vehículos y tecnologías para el transporte especial, fundada por Jeff Bezos (creador de Amazon), informó que el New Shepard voló hasta los 100,5 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y luego tuvo «un aterrizaje suave y controlado», según el comunicado oficial.
«La reutilización completa es un cambio de juego, y no podemos esperar volar de nuevo», expresó Bezos, quien se suma a su compatriota Elon Musk, creador de SpaceX, en esta nueva carrera espacial.
Musk probó en enero y en abril de este año dos cohetes reutilizables, aunque ninguno tuvo el éxito esperado. De hecho, el propio creador de Paypal felicitó a través de Twitter a Bezos tras el éxito de New Shepard (nombrado en honor al primer estadounidense en el espacio, Alan Shepard).
Congrats to Jeff Bezos and the BO team for achieving VTOL on their booster
— Elon Musk (@elonmusk) noviembre 24, 2015
El plan de Bezos es que en los próximos años el New Shepard incluya astronautas en sus vuelos más allá de los 100 kilómetros. El cohete se compone de dos elementos: una cápsula de la tripulación para los astronautas y un cohete propulsado por hidrógeno líquido BE-3.
Siguiendo el vuelo a motor, la cápsula de la tripulación se separa del refuerzo y llega al Espacio, proporcionando varios minutos de ingravidez. A medida que la cápsula de la tripulación desciende, se vuelve a entrar en la atmósfera con los astronautas experimentando aproximadamente cinco veces la fuerza de gravedad antes de implementar tres paracaídas principales para el aterrizaje.
Mientras tanto, el refuerzo desciende guiado a la pista de aterrizaje. Justo antes de aterrizar, el refuerzo re-enciende su motor BE-3, reduce la marcha del vehículo a 4,4 kilómetros por hora durante un aterrizaje suave y vertical.
El triunfo de Blue Origin y las pruebas de SpaceX representan la idea de volver a reutilizar los cohetes para reducir los costos de las misiones espaciales y dar inicio a una nueva tendencia.