En 1981, el escritor estadounidense Thomas Harris publica Red Dragon, una novela policial que fue bien recibida por la crítica e introdujo un personaje ícono en la cultura popular: el doctor Hannibal Lecter.
En 1988, Thomas Harris escribió una secuela de Red Dragon, la novela The Silence of the Lambs, traducida como El silencio de los inocentes. Este libro vuelve a incluir al siniestro doctor Lecter, y si bien es más corto que su antecesor, fue aún mejor recibido y se le considera de las mejores novelas policiales que se han escrito.
Los dos libros fueron adaptados al cine.Red Dragon como Manhunter, (Michael Mann) en 1986, y El silencio de los inocentes (Jonathan Demme) con ese mismo título en 1991, un gran ejemplo a seguir a la hora de hacer thrillers.
En El silencio de los inocentes, la agente del FBI Clarice Starling (Jodie Foster) interroga a Hannibal Lecter, ya que su perspicacia puede ayudarla a atrapar un asesino de mujeres.
El FBI colaboró con la investigación para la película, y los actores pasaron tiempo con agentes y leyendo archivos para entender mejor a sus personajes, de los cuales el más reconocido es el doctor Lecter, interpretado por Anthony Hopkins, en una actuación tan magistral que convirtió al doctor en un personaje memorable en la historia del cine, asegurando el resto de su carrera como actor.
Destaca una escena en la que Anthony Hopkins improvisa un gorgoreo después de contar como se comió el hígado de alguien que lo incomodó.
Fue tanta la impresión causada por esta película, que influenció otras obras de los ’90, incluyendo la serie de televisión The X-Files.
El silencio de los inocentes no estuvo libre de reproche. Hubo protestas contra la película por parte de la comunidad homosexual, que se mostró ofendida por el hecho de que el villano fuera un transformista, reclamando que las minorías sexuales son representadas a menudo por asesinos psicópatas, como Catherine Tramell -una mujer bisexual- en Basic Instinct.
También hubo, aunque en menor medida, acusaciones por incluir violencia contra las mujeres. A pesar de las controversias, El silencio de los inocentes se alzó con cinco premios Oscar (mejor actor, mejor actriz, mejor guión adaptado, mejor director y mejor película) y se transformó en una película de culto, que aún hoy -25 años después de su estreno- sigue sorprendiendo por su carácter sombrío y cautivador.