Los ataques terroristas ocurridos en Bruselas en marzo pasado llevaron a tener mayores precauciones por parte de las autoridades de Bélgica, especialmente en sus centrales nucleares.
¿La razón? Investigaciones policiales indican que terroristas estarían buscando cómo acceder a las centrales nucleares en territorio belga, por lo que el Gobierno decidió tomar como medida la entrega de pastillas de yodo a sus más de 11 millones de habitantes.
En un principio, las autoridades enviarían las pastillas a todas las personas que viven dentro de los 20 kilómetros alrededor de las centrales nucleares del país, pero ahora ampliaron la distribución a todo su territorio.
Las pastillas de yodo pueden ayudar a reducir la absorción de un material radiactivo por parte de la glándula tiroides, la parte del cuerpo humano más sensible a la radiación y que podría desembocar en un cáncer. La glándula no diferencia entre el yodo estable y el yodo radioactivo, por lo que estas pastillas ayudan a «rellenar» el espacio y evitar la entrada del elemento nocivo.
No es algo inédito pues en otros países se entregan como medida de precaución. Por ejemplo, se les entregaron a las personas que viven cerca de la planta nuclear de Fukushima, en Japón, tras el terremoto y tsunami de 2011.
Según BBC, Bélgica cuenta con siete centrales nucleares y un reactor de investigación.
La entrega de pastillas se realizará a partir de 2017.