Como algo «sin precedentes» y «motivo de alarma» fueron calificados los resultados de un estudio de la Universidad de Miami que revelan la rápida desintegración del arrecife de coral de Florida.
La única subestructura acuática tropical de Estados Unidos ha tenido un descenso tan veloz que ha provocado que el Océano Atlántico se vuelva más ácido, mucho antes de lo esperado. Hoy, el océano absorbe dióxido de carbono desde la atmósfera, lo que provoca un aumento en su temperatura.
«La acidificación es crónica; tiene una duración de 365 días al año. Esta es una de las razones para reducir las emisiones de dióxido de carbono lo más pronto posible», expresó Chris Langdon, profesor de Biología Marina de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de Universidad de Miami.
Para el estudio, Langdon y su equipo de investigadores recolectaron muestras de agua en 2009 y en 2010, a lo largo de un tramo de 200 kilómetros de los arrecifes de Florida.
Las muestras revelan que la piedra caliza (el esqueleto del arrecife) se descompone en los meses de otoño e invierno, más rápido de lo que el coral puede producirla en primavera y verano. Por ello, algunas partes del arrecife han llegado a lo que Langdon llama el «punto de inflexión».
«Muchos de los científicos creen que la acidificación del océano no será un problema hasta 2050 o 2060. Sin embargo, esto está sucediendo ahora. Perdimos 35 años pensando que teníamos que cambiar las cosas», declaró Langdon.
Una de las soluciones posibles para salvar el arrecife de las actuales condiciones del océano es que los arrecifes más fuertes podrían ser trasplantados a los arrecifes más enfermos y ayudarles a recuperarse. Sin embargo, el mismo científico dice que por ahora el único remedio sería disminuir la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.