Durante el fin de semana pasado en Escocia, los vientos fuertes y el bajo consumo de los ciudadanos permitieron a ese país generar por primera vez más electricidad de la usada.
El domingo 7, la velocidad del viento alcanzó 185 kilómetros por hora en la parte superior de la montaña Cairngorm y ráfagas de más de 96 km/h en otras ciudades del norte. Este hecho meteorológico también provocó puentes cortados y viajes en tren cancelados.
La asociación ecológica WWF Scotland dio a conocer un análisis de datos que reveló que las turbinas escocesas produjeron 39.545 MWh de electricidad a la red nacional, mientras que el consumo de energía total del país fue de 37.202 MWh. Es decir, la energía eólica generó 106% de las necesidades eléctricas de Escocia.
«Si bien el clima del domingo causó la interrupción para muchas personas, también demostró ser un buen día para la producción de energía eólica», dijo Lang Banks, director de WWF Scotland.
Y agregó: «Necesitamos que la próxima estrategia energética del Gobierno escocés establezca un objetivo para asegurar que la mitad de toda nuestra energía, a través de la electricidad, calefacción y transporte, provenga de fuentes renovables en el año 2030».
Por su parte, Karen Robinson, de WeatherEnergy (la firma que analizó los datos) dijo: «La demanda de electricidad durante los fines de semana suele ser más baja que el resto de la semana. Sin embargo, el hecho de que la energía eólica fuera capaz de generar el equivalente de las necesidades eléctricas de todo Escocia muestra cuán lejos han llegado las energías renovables».
Pero Escocia no es el único país que quiere utilizar la energía renovable. En Chile, el Metro de Santiago pretende funcionar a partir de 2018 con un 60% de energía proveniente de fuentes renovables: un 42% de energía solar y un 18% de energía eólica.