Las innovaciones para mantenernos sanos han expandido sus fronteras y los investigadores comienzan a buscar nuevas alternativas para tener una buena salud y vivir muchos años: tatuajes que pueden decirnos lo que está bien y lo que está mal en nuestro cuerpo.
Los tatuajes se están convirtiendo en algo más que diseños sobre la piel. Ya te contamos en 2015 sobre una tinta electroconductora y pequeños microcontroladores que formaba un circuito que podía detectar los primeros síntomas de una enfermedad.
Ahora, la investigadora Katia Vega, del MIT Media Lab, junto a la Facultad de Medicina de Harvard, presentó DermalAbyss, un proyecto que utiliza tinta de tatuaje que reacciona a la química. Contiene biosensores cuyos colores cambian en respuesta a las variaciones en el líquido intersticial, contenido que se encuentra entre las células y que incluye aminoácidos, azúcares, coenzimas, hormonas, neurotransmisores y sales minerales.
Vega y su equipo desarrolló cuatro biosensores, que reaccionan a tres piezas de información bioquímica en fluidos corporales, cambiando de color: el sensor de pH cambia entre púrpura y rosa; el sensor de glucosa cambia entre azul y marrón; y el sodio y un segundo sensor de pH pasan a fluorescente a mayor intensidad bajo luz UV.
Esta idea podría ayudar, por ejemplo, a las personas diabéticas que necesitan controlar sus niveles de glucosa perforando la piel, entre tres y 10 veces al día.
Según la investigación, las evaluaciones preliminares se realizaron con piel de cerdo, con varias inyecciones para comprender la visibilidad y funcionalidad de los biosensores.
DermalAbyss no pretende quitarle espacio a los médicos. De hecho, la idea es que este monitoreo de nuestra salud pueden proporcionar una manera rápida de diagnóstico a la hora de ir al doctor.