Para muchos es la moneda del futuro, mientras que otros la miran con resquemor, lo cierto es que las criptomonedas, desde su creación en 2009, han logrado un salto impensado multiplicando su valor al nivel de proyectarse a cifras millonarias de aquí a unos años más.
El primer ejemplar fue el Bitcoin, que en sus comienzos tuvo un precio de 0,001 dólares, para 2014 había alcanzado los 300 dólares, y a principios de 2017 logró superar los mil dólares, obteniendo un crecimiento progresivo que le hará cerrar el año cerca de los 17 mil dólares.
Pero, ¿qué son los Bitcoin?: es dinero digital -o criptomoneda- que no depende de una nación o de una entidad, entregándole independencia y globalidad. Pero para entender mejor su forma de uso y características, mira el siguiente video.
Por lo mismo, no es alocado pensar que en el futuro este dinero digital sea el que lidere las bolsas de comercio de forma oficial, algo que todavía es lejano, ya que para la ley de Norteamérica es un delito federal atentar contra el dólar y buscarán cualquier tipo de mecanismo para capturar a quien se adjudique este formato.
Actualmente existen más de 950 tipos de criptomonedas, pero no todas tienen rentabilidad, siendo cerca de 100 los que logran una liquidez sostenida, es decir: posibilidades de convertirse en dinero real o, mejor dicho, tener valor comercial en la realidad.
El futuro de las criptomonedas
En un comienzo las proyecciones eran negativas, sobre todo teniendo en cuenta el miedo del sistema tradicional, pero poco a poco se comenzó a confiar en que su valor crecería considerablemente, pero siempre con moderación, algo que ha quedado en el olvido después de las alucinantes alzas de 2017.
Tanto ha sido el éxito que algunos países en vez de ir en contra de ellas, las han regulado. Tal es el caso de Corea del Sur, como explica Bloomberg, que al ver el aumento de este comercio prefirió poner sus propias reglas, al regular los intercambios y dando legitimidad a ciertas plataformas.
De esta forma, el gobierno espera encontrar las medidas para condicionar el juego de las criptomonedas, para asegurar la protección del inversor y la transparencia comercial, pero busca a su vez resguardar siempre que las políticas y los impuestos no perjudiquen la tecnología y su funcionamiento.
Un movimiento estratégico que llega luego de que la plataforma coreana Bithumb se transformara en una de las más grandes del mundo para el intercambio de criptomonedas, teniendo al Bitcoin como la más conveniente, por lo mismo esto más que restricciones es la apertura al futuro.
El futuro dirá qué le depara a esta moneda digital, pero el presente nos muestra que claramente están impactando al mercado tradicional y su intromisión es casi inevitable, sobre todo después del paso que ha dado Corea del Sur.