Ya se venía hablando desde hace un tiempo pero recién este lunes 22 comenzó a funcionar para el público Amazon Go, una tienda en la que se adquieren productos pero donde no existen cajeros, ni filas, ni boletas.
Se trata de un establecimiento donde se pueden comprar principalmente alimentos sin necesidad de pagar en efectivo, ni esperar tu turno para pagar. Solo debes usar un smartphone.
Seattle es la primera ciudad en contar con esta tienda que utiliza «la tecnología de compra más avanzada del mundo», según su sitio web, y los sistemas «más sofisticados de aprendizaje automático, visión computacional e inteligencia artificial».
En la entrada de la tienda (de 167 metros cuadrados) hay torniquetes que se asemejan a los del metro. Las personas deben deslizar el teléfono (donde tienen la aplicación Amazon Go) sobre unos sensores y luego escanear un código QR.
Adentro es donde la tecnología hace lo suyo: un banco de cámaras infrarrojas y otros sensores en el techo registran e identifican a los clientes. Cuando una persona recoge un artículo, las mismas cámaras lo reconocen y lo agregan al carro de compras virtual del visitante. También saben cuando se devuelve un artículo a la estantería.
Luego de seleccionar los productos, el cliente puede salir sin problemas de la tienda. 10 minutos después de que el comprador sale por la puerta, la aplicación carga el monto a una tarjeta de crédito y proporciona un recibo digital.
Pero no todo es tecnología. En la tienda también hay empleados que atienden dudas, reponen los productos, cocinan y hasta revisan los documentos para acreditar mayoría de edad al llevar vinos y cervezas.
Por ahora, Amazon quiere tener solo esta tiene en Seattle. Aún no confirma si habrá expansión a otros lugares de Estados Unidos u otros lugares del planeta.
Eso sí, fuera de tierra estadounidense ya existía una tienda que ofrece un servicio similar: BingoBox es un proyecto que tiene 29 tiendas en China que no tienen a ningún empleado. El cliente debe pagar con un sistema parecido a un cajero automático donde la tecnología reconoce lo que tomó el cliente, quien deberá pagar todo y luego poder salir.