Los Juegos Olímpicos de Río 2016 se transformaron en el escenario perfecto para la masividad del cupping, una terapia milenaria usada por el nadador Michael Phelps y otros deportistas del evento.
El estadounidense no sólo dio que hablar el domingo 7 por conseguir su medalla de oro número 19, sino que también llamó la atención por las marcas púrpuras que tenía en su espalda y hombro derecho.
Phelps es uno de los atletas olímpicos que están utilizando el cupping, una antigua práctica de curación china que consiste en la aplicación de ventosas sobre el cuerpo que succionan la piel, lo que mejora la circulación de la sangre y relaja los músculos.
Según Time, esta técnica ha sido utilizada en la medicina china desde hace miles de años como un medio para tratar el dolor, la rigidez muscular e incluso problemas respiratorios.
La aplicación se realiza en áreas lesionadas. La succión con las ventosas tira las vías sanguíneas y provoca los moretones, pero, al mismo tiempo, hace que la sangre se dirija a la zona afectada y apresure la recuperación.
Sin embargo, tras la aparición de Phelps, el canal estatal ruso sospechó de esta técnica y la comparó con los efectos del meldonium, un fármaco prohibido que fue encontrado en varios de los atletas rusos que quedaron fuera de Río 2016.
«Según los deportistas, el masaje a base de vacío mejora la circulación y el bienestar general, lo que sugiere que la reparación del músculo ocurre más rápido después del esfuerzo físico. En otras palabras, el efecto de tales prácticas en muchos sentidos, no es diferente a las de meldonium», dijo un periodista ruso, según Mashable.
Los gimnastas Alex Naddour y Chris Brooks y la ex nadadora Natalie Coughlin son algunos de los deportistas que han usado esta terapia en su cuerpo y lo han mostrado en sus cuentas de Instagram.
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