En pacientes que sufren de diabetes de tipo 1, el sistema inmune ataca el páncreas, dejando a los pacientes sin la capacidad de controlar de forma natural azúcar en la sangre. Para ello, deben medir varias veces al día y luego inyectarse insulina para mantener sus niveles.
Sin embargo, la dependencia y la molestia de los pinchazos podrían ser cosa del pasado. Esto porque investigadores del MIT y la Universidad de Harvard han probado exitosamente un nuevo tratamiento que se enfocaría en el páncreas.
La idea es sustituir las células destruidas de los pacientes por células sanas que podrían hacerse cargo de la vigilancia de la glucosa y la liberación de insulina. Ya ha sido utilizada en cientos de pacientes, pero tiene un inconveniente: los sistemas inmunes de los pacientes atacan las células trasplantadas, que los llevan a tomar medicamentos inmunosupresores por el resto de sus vidas.
Frente a ello, los científicos han diseñado un material que se puede utilizar para encapsular células humanas a partir de células madre humanas.
En los experimentos, los investigadores implantaron este nuevo tratamiento en ratones y las células inmediatamente comenzaron a producir insulina en respuesta a los niveles de azúcar en la sangre y fueron capaces de mantener el azúcar en la sangre bajo control por 174 días.
«Ser la insulino-independiente es el objetivo. Esta podría ser una técnica para hacerlo, mejor que cualquier otra tecnología. Las células son capaces de detectar la glucosa y liberar insulina mucho mejor que cualquier pieza de tecnología que hemos sido capaces de desarrollar», expresó Arturo Vegas del Hospital Infantil de Boston y profesor de la Universidad de Boston, y uno de los hombres detrás de la investigación.
La diabetes tipo 1 se origina generalmente a edad temprana, antes de los 30 años. Se plantea que provoca un estimado de un 5 a un 10% de todos los casos de diabetes y la Asociación Americana de Diabetes afirma que cerca de 208 mil jóvenes menores de 20 años han sido diagnosticados con esta enfermedad.