A más de un mes que la NASA haya revelado las pruebas que confirman presencia de agua en Marte, la agencia presentó más noticias acerca del planeta rojo y su composición.
A través de su misión MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution en inglés), han identificado el proceso que parece haber desempeñado un papel clave en la transición del clima marciano, de un ambiente cálido y húmedo que pudo haber albergado vida en su superficie, hasta el planeta árido y frío que es hoy.
«Marte parece haber tenido una gruesa atmósfera lo suficientemente caliente como para soportar agua líquida, que es un ingrediente clave para la vida tal como la conocemos actualmente», dijo John Grunsfeld, astronauta y administrador asociado para la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
Los datos de MAVEN han permitido a los investigadores determinar la velocidad a la que actualmente la atmósfera marciana está perdiendo gas debido a tormentas solares.
Las mediciones indican que la pérdida de gases al espacio es de aproximadamente 100 gramos cada segundo. «Al igual que el robo de unas monedas de una caja registradora cada día, la pérdida llega a ser significativa en el tiempo», afirmó Bruce Jakosky, investigador principal de la Universidad de Colorado y parte de MAVEN.
Y agregó: «Hemos visto que la erosión atmosférica aumenta significativamente durante las tormentas solares, por lo que se piensa que la tasa de pérdida fue mucho más alta hace miles de millones de años, cuando el sol era joven y más activo».
En relación a la investigación revelada en septiembre pasado, los científicos piensan que hace miles de millones de años, la atmósfera de Marte fue mucho más densa y lo suficientemente caliente para formar ríos, lagos y océanos, incluso con agua líquida.
Sin embargo, la atmósfera actual es demasiado fría y delgada para soportar cantidades de vida extensa o agua líquida en la superficie del planeta.
El objetivo de la misión MAVEN, lanzada a Marte en noviembre de 2013, es determinar qué parte de la atmósfera del planeta y el agua se han perdido en el espacio. Es la primera misión dedicada a la comprensión de cómo el sol podría haber influido en los cambios atmosféricos en el planeta rojo.