Este jueves 4, el Rey de Marruecos, Mohamed VI, encendió la primera fase de la estación Ouarzazate, la planta de energía solar que se convertirá en la más grande del mundo cuando esté completamente operativa en 2018.
Se trata de una estación de energía ubicada en la ciudad de Ouarzazate, en el borde oeste del desierto del Sahara, que será más grande que el tamaño de la capital del país, Rabat, cuando se termine de construir la tercera planta y suministre electricidad a 1,1 millones de hogares.
Noor 1, la primera sección inaugurada este jueves, proporciona 160 megavatios (MW) que ayudarán a país del norte de África a salvar a cientos de miles de toneladas de emisiones de carbono por año.
La gran ventaja de esta planta es que usará la tecnología CSP, que en español se traduce como energía solar concentrada que utiliza espejos y lentes para reflejar la luz del sol en un área estrecha. El calor funde un compuesto químico que alimenta una turbina para producir electricidad. Además, puede continuar funcionand horas después de que el sol se sconde, una técnica que también tendrá la planta Copiapó que se construye en el norte de Chile.
Las 800 filas de espejos de 12 metros de alto que tiene Noor 1 serán capaces de producir energía durante tres horas después de la puesta del sol, según Daily Mail.
Cuando las plantas Noor 2 y Noor 3 estén terminadas, el complejo marroquí de 6.000 hectáreas generará 580 MW, suficiente para suministrar electricidad a 1,1 millones de hogares.
El plan de Marruecos es generar el 42% de su energía a través de fuentes renovables (principalmente solar, eólica e hidroeléctrica) en 2020, llegando al 52% en 2030.