Hasta la aparición de Nintendo, la compañía estadounidense Atari fue la más importante dentro de la industria de los videojuegos, con su consola 2600 despachando 30 millones de unidades hasta mediados de los ’90.
Dos décadas después de salir del mercado, la firma anunció una alianza con SIGFOX, una empresa francesa dedicada a las conexiones inalámbricas y una de las compañías dedicadas a la Internet de las Cosas, un concepto referido a la conexión a Internet de objetos cotidianos.
El acuerdo «conectará el mundo físico a Internet a través de soluciones simples de bajo costo, fiable y de bajo consumo energético», según el comunicado.
La colaboración cubrirá una amplia gama de nuevos productos, desde los más sencillos a los más sofisticados, proporcionando a las personas una manera fácil de saber en todo momento donde están los dispositivos y cuál es su estado.
La línea inicial de productos incluirá categorías tales como hogar, mascotas, estilo de vida y seguridad. De acuerdo al anuncio, los productos tendrán una batería larga duración, la cual proporcionará también una conexión inmediata a la red al ser insertada, sin necesidad de hacerlo manual.
Según Engadget, la conectividad también proporcionará otras funciones, como como la localización por GPS, proporcionar estado, información de la temperatura y otros servicios básicos, como un botón de pánico, o alertar a la familia que se ha acabado el gas. Asimismo, Atari ha mencionado una amplia gama de mercados potenciales, incluyendo niños, deportes, viajes y mascotas.
Atari se renueva y buscar nuevos horizontes, muy distintos a aquellos años de Pong y otros videojuegos clásicos.